Capítulo 38

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—Eso fue muy aterrador. —La niña escuchó decir a H.R desde el pasillo cuando estaba camino hacia la Cortex luego de su reparadora siesta.

Todavía no era de noche, aunque había logrado dormir casi una hora y había sido una buena decisión. Barry siempre lograba que conciliara el sueño cuando lo necesitaba, aunque no le gustaba cuando despertaba algo desorientada en la habitación que siempre usaba en los Laboratorios.

—¿Qué es aterrador? —Madison ingresó completamente al área principal, comiendo aquel dulce largo de color rojo que había sacado del taller de Cisco.

Wow —H.R tocó su corazón cuando la niña hizo acto de presencia —Pequeña Allen, si esa voz y las profecías no me matan de un susto, lo harás tú —dramatizó el hombre moviendo sus baquetas en el aire.

Por suerte H.R ya no lucía molesto como cuando salió a tomar aquel café hace unas horas atrás, luego de ser confrontado por Joe. Esperaba que Barry hubiera hablado con él y que Joe se hubiese disculpado.

—¿Eh? ¿De qué está hablando? —murmuró la niña confundida —¿Cisco, le volviste a golpear en la cabeza? —preguntó la niña dirigiéndose al pelinegro que estaba de pie frente a la computadora.

—Eso fue solo una vez, y fue un accidente, niña —respondió Cisco.

—Solo decía... —murmuró la menor, esta vez observó a Barry, aunque él parecía perdido en sus pensamientos, observando ese cofre que ahora estaba en medio del lugar sobre una pequeña mesa alta de metal.

—Ahora ¿ustedes creen que, lo que dijo de alguien muriendo y alguien traicionándonos, sea cierto? —las palabras de H.R llamaron la atención de niña —Porque déjeme decirles que eso es aún más aterrador —habló el hombre caminando de un lado a otro, no dándose cuenta de que Barry le dedicó una mirada de reproche por decir aquello frente a la niña.

—Espera ¿qué?

—No es cierto —intervino Barry, tratando de no preocupar a la menor —Savitar no sabe nada, Además, nunca saldrá de donde está encerrado. Así que no te preocupes, Madi.

La menor hizo un corto asentimiento, pero no pudo confiar plenamente en sus palabras. No cuando no conocía todos los hechos.

—Alguien tendría la gentileza de explicar...

—Mads —llamó Wally interrumpiendo, ingresando al lugar con su padre a su costado —Lo que te perdiste —murmuró.

La niña soltó un suspiro.

—¿Estás bien? —Madison decidió preguntar primero, acercándose al morocho al recordar que salió muy enojado de los Laboratorios.

—Estoy mejor —Se encogió de hombros —Tuvimos una charla —esta vez hizo un ademán en dirección a Joe y a Barry que, ahora, estaban algo más cerca de la caja esa.

—Me alegro —la menor murmuró, aliviada por la información.

—¿Tú? No te dijo nada, ¿no? —Wally hizo un ademán en dirección a Barry.

—Estoy bien, pero se enteró que también estaba entrenando —contó algo más bajo.

—¿Qué? ¿Cómo?

—Bueno, al parecer ustedes le dieron pistas o qué se yo. No sé cómo lo hace —se quejó —Pero la historia corta es que puedo seguir entrenando —informó con una sonrisa.

—¿En serio?

Sip.

Solo que debemos seguir entrenando a acá... Bueno, luego te cuento los detalles —se encogió ligeramente de hombros —Ahora ¿qué está pasando?

Innocent Blood II : Changes [The Flash]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora