Desperté y sentí como todo me daba vueltas y unas fuertes punzadas en mi cabeza me obligaron a cerrar los ojos de nuevo. Esperé unos segundos y volví a abrir los ojos tratando de zafarme del agarre de Julián en mi cintura. Una vez libre, corrí al baño. Hice mis necesidades y me di una ducha fresca, hacía bastante calor. Me cambié y me dirigí al patio, donde estaba Rafa con Agustín tomando mates.
-Cuñaa.-dijo Rafael pasándome el mate recién cebado.
-Nunca mas tomo alcohol.-dije y ellos rieron pasándome unas pastillas.
-Para el dolor de cabeza sis.-Agus señaló las pastillas. Sonreí en forma de agradecimiento.-Julián aún duerme?
-Si. Es una morsa.-comenté haciéndolos reír.
-Cuando se va?-preguntó Rafa recibiendo el mate. Lo miré extrañada.-De pretemporada digo.-aclaró.
-Creo que en unos días. -me encogí de hombros mirando el celular.-LA 1 DE LA TARDE.-dije sorprendida.
-Si bro, qué esperabas?-rió Rafael.
-No pensé que era tan tarde boludo.-reí y me tomé una pastilla.
Tomamos mates y conversamos con los chicos hasta que se levantaron todos. Mari nos mando con Julián a comprar algunas cosas para la tarde porque nos íbamos a un camping o algo así. Me encanta que quieran llevarme a conocer Calchín.
-Amor, llevemos esto.-Julián me mostró un chocolate gigante de 1kg.
-SI POR FAVOR.-dije saltando mientras lo abrazaba. Él rió mientras metió el chocolate en el carrito.
-Sabes que invité a mi familia a Buenos Aires.-comentó mientras caminábamos hacia la fila de la caja.
-Si! Genial.-dije sonriente. -No tengo drama si se quieren quedar en casa.
-No hace falta, se van a un hotel Pi. -dijo mientras hizo un gesto con la mano.
-Bueno, como quieran. Mi casa igual está disponible.-sonrió y me besó.
Terminamos de hacer las compras y volvimos a la casa de los Álvarez. Almorzamos y preparamos todo para ir a la pileta con la familia de Julian.
Al llegar buscamos una mesa y preparamos el mate riéndonos de alguna que otra anécdota que Gustavo nos contaba. Fui con la novia de Rafa a la pileta y conversamos mientras tomamos sol y mojamos nuestros pies. Agustina se encontró con algunas amigas de ella y se alejó un poco dejandome sola un rato.
-Que tal?-escuche una voz conocida a mi lado. Levanté la cabeza y vi a Azarías parado. Mi corazón dio un vuelco y al parecer mi expresión cambió. -Epa, te pusiste pálida. -rió burlón.
-Qué haces acá?-pregunté seria.
-Parece que viste un fantasma.-volvió a reír burlón mientras se sentaba a mi lado en la orilla de la pileta.-Vine con mi familia. Mis abuelos son de Calchin. -señaló hacia la mesa de su familia. Para mi desgracia estaban todas sus hermanas, quienes me conocían.
-Ah. -dije sin saber qué mas agregar.
-Te extrañé. -dijo de la nada.
-Mirá, lo que pasó no va a volver a pasar.-empecé a hablar rápido y nerviosa.-Fue un error.
-Ah si? Y qué pasa si le digo a la arañita?-sonrió malicioso y yo abri mis ojos sorprendida.
-No, basta. Él no merece esto.-dije negando. -Por favor, Azarías. No abras la boca.
-Mmm no sé mi reina.-dijo dandome un beso en la comisura de mis labios. Me corrí rápido para que nadie nos viera.
-No me toques.-dije enojada.
