IV

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La última parada del elevador fue la terraza del edificio entonces Jungwoo decidió salir de aquella caja metálica que lo empezaba a hacer sentir agobiado, necesitaba un poco de aire.

La terraza del edificio donde vivía era pequeña pero acogedora con una cerca bastante alta para evitar accidentes, unas tres bancas de madera y algunas plantas. Estaba levemente iluminada por unos cuantos focos y lámparas. De igual manera era un espacio diseñado para los vecinos que fumaban, ya que no estaba permitido hacerlo dentro del edificio.

Jungwoo un poco calmado, saludo con un asentimiento de cabeza a una de sus vecinas que iba de regreso al interior del edificio, la terraza quedo completamente sola y tomó asiento en una de esas bancas de madera. A pesar de la malla metálica que cubría la terraza, se podían distinguir las pequeñas luces de colores de todos los edificios y casas alrededor del suyo, parecía que toda la ciudad estaba tranquila.

Dejó su mochila a un lado. Suspirando suavemente el frio viento le revolvió sus cabellos, se abrazo a si mismo, el frio le empezaba a calar ya que su sudadera era muy ligera.

Si, era un cobarde, podría ir y disculparse pero le daba tanta vergüenza, quería desaparecer, que un hoyo grande se abriera en el piso y lo tragara.

Se dio un pequeño golpe en la cabeza.

—Eres un tonto Jungwoo.

En su vida volvería a beber, hubiera aceptado que Kun y Yukhei se quedarán con el para evitar aquel incidente. Pero era terco.

Ya calmado, proceso bien la situación, obviamente iría a pedirle perdón a Jaehyun, que haya estado ebrio no justifica la incomodidad que le hizo pasar. Le pediría disculpas, si, probablemente no ese día, ni mañana, quizá pasado mañana.
Rápidamente la mente de Jungwoo empezó a maquilar un discurso detallado y sincero para su vecino. Pero... ¿Como lo iba a ver a la cara? De solo pensarlo se ponía nervioso.

Estaba tan sumido en su arrepentimiento y sus disculpas que no escucho como se cerraban las puertas del elevador.

—Te encontré.

La característica voz de su vecino se escucho, en la fría terraza. Jungwoo se tensó. Ya seria mucho si se echaba a correr, no tenia escapatoria asi que acepto su derrota y su destino, de nuevo su corazón estaba a mil por hora. Cerró los ojos con fuerza y bajo su cabeza.

—¿Puedo sentarme? —Jungwoo afirmó con un pequeño sonido. Despues tomo asiento a su lado —Gracias.

—¿C-Cómo me encontraste? —Era la primera estupidez que se le venía a la cabeza para preguntar.

—Bueno... primero fui a la recepción para ver si no te habías ido, el guardia me dijo que no te vio bajar así que supuse que estarías aquí y no en otro piso donde los vecinos sospecharian de ti por estar merodeando en los pasillos.

—Ya veo.

—¿Y bien...? —Pregunto algo inseguro —Creo que necesito entender algo.

Respiró hondo y dejo salir todo —: Lo siento, estaba bastante ebrio, como te pudiste dar cuenta, ni siquiera yo recuerdo muy bien como fue... Taeil me lo contó todo al día siguiente, me siento apenado... Actúe mal, lamento si aquello te incomodó y si te sientes enojado lo comprendo, también me sentiría de la misma manera si me hubieran besado sin mi permiso.

Hubo un pequeño silencio antes de que su vecino se animara a hablar.

—No me siento enojado precisamente —Jaehyun rasco su nuca nervioso, no iba a decirle a Jungwoo que aquel beso lo había dejado pensando todo el fin de semana —, simplemente me siento sorprendido.

Beso robado - JaeWooWhere stories live. Discover now