VIII

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Al día siguiente de su último encuentro Jaehyun lo esperó pero nunca llegó a su departamento. No se le hizo tan rara su acción, habias días -aunque contados- que no coincidían, porque o Jaehyun salía tarde de el trabajo o Jungwoo tenía más deberes que necesitaban su tiempo y él lo entendía.

El sábado por la tarde también espero por el, pero tampoco se apareció y lo mismo paso el domingo, aunque en esté ultimo no solían verse porque Jaehyun salía con su familia.

El lunes después de su jornada de trabajo, espero a Jungwoo pensando que quizá se había encontrado ocupado todo el fin de semana, primero vigilando a través de la mirilla de su puerta justo a las siete que era a la hora que regresaba de la universidad, a veces Jungwoo tocaba pero después de casi media hora de espera Jaehyun se resignó.

Martes por la tarde-noche, Jungwoo siguió sin hacer acto de presencia, sentado en el comedor Jaehyun empezó a dudar de su repentina ausencia.

Después de partirse la cabeza pensando en porque lo último que vio el jueves por la noche fue esa cara de incomodidad; se dio cuenta de la tontería que había hecho.

Jaehyun, eres un estúpido. Se dijo a si mismo. Como un estúpido adolescente hormonal.

Primero pensó que sé debía a la forma en la que lo estaba besando, pero Jungwoo nunca había demostrado disgusto las veces que estuvieron juntos. Es más, se hubiera negado desde un principio.

Sin embargo cayó en cuenta que cegado por el calor del momento y los suaves suspiros de su acompañante que lo invitaron a tocar más de lo que inconscientemente habían acordado. Cosa que fue completamente errónea.

De seguro si ya lo había visto raro por proponerle besarse con esto terminaba de construir su posible imagen de pervertido, sin importarle cómo es que en ese momento se sentía Jungwoo.

Esa misma tarde se había propuesto encontrar a Jungwoo al día siguiente y disculparse. Lamentablemente no lo encontró en los días posteriores, incluso pensó en ir a su departamento pero si el no se encontraba, le causaría sospechas a Taeil algo que podría revelar el secreto que ambos habían mantenido, dudaba que Jungwoo le haya contado algo y prefería no arruinar más las cosas.

Se sentía desanimado de que haya decidido volver a evitarlo, empezó a hacerse la idea de que quizá eso era lo que merececia por sobrepasarse. Pero aún si fuera así, mínimo necesitaba que lo escuchara y que supiera que no era su intención.

De alguna forma lo extrañaba, se había acostumbrado a tener su presencia casi todas las tarde, a ese delgado cuerpo que cabía muy bien entre sus brazos, a sus carnosos labios y la forma en que se movían, sus mejillas suaves y sus ojitos cafés que brillaban cuando conectaban miradas después de quedarse sin oxígeno después de un largo beso. A esas sonrisas tan bonitas que adornaba con sus sonrosadas mejillas y el cabello levemente despeinado, le gustaba mucho esa imagen y más saber que era el quien la provocaba.

Estaba bastante ido por él, era guapo y por lo poco que le conocía era agradable. Siempre que trataba de iniciar una conversación con el antes de besarse, Jungwoo era quién más cooperaba para que la situación no se volviera tan incómoda, a veces funcionaba, otras no. Era alguien platicador, en alguna ocasión hubiera preferido quedarse hablando con él toda la tarde, pero a veces la naturaleza seria de Jaehyun no lo ayudaba a seguir con la plática y hacia del momento más silencioso e incómodo, desanimandolo un poco a conocer a Jungwoo más a allá que físicamente. Por ende a veces optaba por besarlo de una vez para terminar con esa situación.

Se repetía la historia, y ahora comprendía cómo Jungwoo se había sentido cuando le beso sin su permiso.

Jaehyun tenía en claro que las cosas no podían quedarse así, incluso si Jungwoo en ese momento lo odiaba -lo cuál preferiría descartar- haría lo posible por enmendar su daño. Habia alejado a Jungwoo, lo había incomodado y hacerle pasar un mal rato que debía ser todo lo contrario.

Beso robado - JaeWooWhere stories live. Discover now