VI

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Conforme pasaban los días Jungwoo admite que al salir de la universidad una ansiedad por llegar a su departamento (o no llegar a el, si no al que se encuentra su lado) le atacan.

Había veces que el día se le pasaba rápido y cuando menos lo esperaba ya estaba entre la pared y los brazos de Jaehyun, o sentado en la encimera de su pequeña cocina con las manos de Jaehyun en su cintura y muslos.

Otras veces sentía que el día iba lento, como los viernes que salía con sus amigos, le gusta salir con ellos pero a veces no podía evitar revisar la hora en su teléfono y contar los minutos para reunirse con el castaño.

Hablaban poco, pero había cosas que le encantaban a Jungwoo de él, se le hacía tierno el esfuerzo que hacía para intentar sacar una plática no tan incómoda antes de proceder.

También le gustaban sus hoyuelos, la forma en la que encajaba en su cuerpo cuando se besaban y como sus labios también. Y si algo le gustaba más que casi una hora de sesión de besos era ese pequeño beso que le daba Jaehyun en los labios al irse o aquel que le daba también en la mejilla sin siquiera pedírselo.

Ya habia caído ante sus pequeñas acciones y tras una discusión consigo mismo una noche de insomnio, se dio cuenta que estaba empezando a desarrollar pequeños sentimientos por el que no disminuían, y que para nada ayudaba que lo viera casi todos los días.

Habia sido difícil aceptarlo, pero lo más difícil era fingir que no se sentía así y seguir con aquella rutina que no iba más que para besos de una hora y una despedida.

Pero a veces su imaginación iba tan lejos que a veces creaba ese tipo de escenarios en los Jaehyun más que pedirle que se besen le pedía una cita o mucho más, le pedía que fueran algo y no simples conocidos con beneficios porque ni a amigos llegaban, le pedía que se conocieran y el hasta cierto punto lo anhelaba, le causaba curiosidad saber que era lo que Jaehyun hacía de su vida, cual era su comida, color o pasatiempo favorito. Y claro, que el otro también se interese por el y no solo físicamente.

Y ahí estaba un jueves por la noche, las ansiosas manos de Jaehyun acariciaban su cintura, subían a su pecho para posteriormente llegar a sus hombros y acariciar su cuello y mejillas con sus delgadas y grandes manos.

Era algo normal hasta cierto punto que las caricias y los besos fueran intensos al principio, un poco flojos despues de varios minutos y que de nuevo se intensificaran, siendo consensuado que también la lengua del castaño se abra paso por su boca, haciendo que Jungwoo soltara pequeños suspiros y uno que otro gemido.

Lo que ya no le pareció tan común era que la mano de Jaehyun estuviera bajando de nuevo a su abdomen y metiéndola por debajo de su playera. Jungwoo aún en trance por la acción se dejó llevar, el toque de Jaehyun se sentía cálido pero a la vez le erizaba la piel.

Segundos después deslizó su mano afuera, y lo que de ahora sí ya no le pareció completamente normal, era que esa misma mano bajara hacia la bragueta de su pantalón con la intención de acariciar de más.

Jungwoo abrio los ojos sorprendido, y corto el besó lentamente.

—¿Pasa algo? —Preguntó Jaehyun con la voz ronca.

¿Que si me pasa algo? Pues claro, tu mano en mi bragueta. Quiso decir, pero por un momento las palabras no le salían.

Mala idea, quizás hubiera sido mejor que aclarara lo que estaba pasando en ese preciso momento, pero no sabia de que manera decirle que lo que estaba haciendo no era parte de lo que había sugerido hace unas semanas, se quedó un poco pasmado.

Para no delatarse a Jungwoo se le ocurrio mirar la hora en su reloj de mano—-: Creo que... ya me voy, si, si, mira la hora, es tarde.

El reloj marcaba las 8:40, quedaban veinte minutos antes de que llegara Taeil.

—Pero todavía quedan-

—Si pero recordé que tengo algunas tareas pendientes de la universidad. —Le interrumpió tratando de no sonar nervioso.

Jaehyun asintió y Jungwoo pudo notar que se veía un poco decepcionado o solo eran ideas de él, al final el castaño le dio el tan esperado y pequeño beso en los labios —: Está bien, nos vemos después. Suerte con eso. —Le dio una sonrisa que lejos de ser coqueta fue tierna.

—Bye~ —Jungwoo sonrió pero fue más una mueca recta que otra cosa, tomo sus cosas que anteriormente dejó en el suelo, abrió la puerta del departamento y salió.

Una vez en su departamento, Jungwoo fue directo a su habitación lanzándose al instante en su cama boca abajo. Era verdad que tenia tareas pendientes pero todos esos deberes eran para la próxima semana, por el momento había terminado los de esta y su situación escolar era tranquila ese día.

Pero su situación sentimental no, todo lo que pasó hace cinco minutos lo dejo a parte de abrumado; confundido. ¿Es que acaso Jaehyun no se había dado cuenta de hasta donde estaba yendo el asunto? Nunca habían acordado ir más allá de lo que el castaño sugirió.

Y en ese momento se sintió un poco decepcionado por su acción, tenía una perspectiva de él como alguien respetuoso y educado pero Jaehyun no se disculpó ni dijo nada por el estilo. O realmente no le importaba lo que iba a empezar a hacer bajo la cintura de Jungwoo o el castaño era muy despistado.

Estaba muy claro que Jaehyun todo ese tiempo lo estaba usando para complacerse a si mismo pero Jungwoo no podía hacerse la víctima si había aceptado aquel trato queriendo lo mismo aunque no supiese las consecuencias. Pero lo que no se imaginó es que probablemente aquello fuera algún tipo de plan por parte del otro para pasar a un trato sexual después, cosa que no había aceptado, el no recuerda al castaño comentarle algo asi y eso lo confunde aún más.

Le hace sentir inseguro y eso que Jungwoo no es ningún santo sabe de qué va todo el tema, solo que a pesar de que lo sabe nunca ha estado con alguien tan íntimamente pues es muy reservado en esa cuestión, aunque su personalidad en ocasiones extrovertida y coqueta le haga ver todo lo contrario con la gente fuera de su círculo de amigos.

Suspiró sonoramente. Quizás era un estupido por esperar algo más en el fondo.


















Mentiría si dijera que durmió bien, pero la noche había sido un asco y una mezcla de todo tipo de pensamientos se apoderó de su preciado sueño.

Pudo dormir a partir de las cuatro de la mañana, pero tenía que levantarse tres horas después para poder arreglarse y ordenar sus cosas para llegar a tiempo a sus clases.

Llegó al aula con un café en mano demasiado cargado que había conseguido en una máquina de por ahí, ojeroso y con la cara pálida demostrando en todo su esplendor el cansancio.

—Te ves fatal —Dijo Lucas desde su asiento una vez que lo vio entrar.

—Gracias, me prende que me lo digan. —Rodó los ojos.

—¿Fue tu vecina otra vez?

Esa famosa vecina del primer deparmento del piso donde vivía, hacía fiestas hasta las tres o cuatro de la mañana entre semana. Pero está vez no había sido ella, y era mucho decir que hubiera preferido que fuera una de sus escandalosas fiestas a las que todo sus vecinos ya estaban acostumbrados.

—Si —Le tuvo que volver a mentir por segunda vez —Terminó a las 4 de la mañana.

—Esta loca.

—Aja.

El día transcurrió de la manera más normal posible, Jungwoo pudo distraer un poco sus pensamientos entre cada clase. Al final sus amigos lo arrastraron al karaoke como todos los viernes y por un buen rato pudo olvidar todo lo relacionado a Jaehyun entre una y muchas canciones.




























Holaaa, una disculpa si hay faltas de ortografía (ya tengo sueño xd). Y otra disculpa por la tardanza.
Creo que está historia será un poquito más larga de lo que imaginé.🌞




Beso robado - JaeWooWo Geschichten leben. Entdecke jetzt