V

435 60 3
                                    

Después de aquellos besos las cosas cambiaron, un poco... Pero no para mal.

Digamos que Jaehyun termino arrastrando a Jungwoo cada tarde que regresaba de la universidad a su departamento. Y viceversa.

¿Pero que paso después del beso en la azotea y posteriormente en el elevador?

De nueva cuenta Jungwoo evitó lo más posible tener que toparse con Jaehyun. Le daba vergüenza pero pensaba que realmente le debería de haber dado vergüenza en el momento en el que se animo a besarle otra vez. Era tan contradictorio.

Para la primera vez que se encontraron después de aquel suceso. Tanto Jungwoo como Jaehyun no tuvieron escapatoria, se saludaron tímidos e incomodos, el silencio se hizo presente, pero hicieron como que no habia pasado nada y cada quien fue a su destino. Lo mismo pasó las demás veces que volvieron a coincidir.

A pesar del incómodo momento que solian pasar dentro del elevador cada que se veían. Después de una semana de lo ocurrido, Jaehyun se había quedado pensando en algo, y ese algo eran los labios de Jungwoo, entonces una idea y propuesta realmente descabellada se le cruzo por la mente. Pero consideraba que era tan disparatada que temía que Jungwoo lo tachara de loco y hasta de pervertido.

Es por eso que prefirió ignorarlo por un buen tiempo, pensando que así la idea se iría de su mente. Pero no podía, cada que lo encontraba en el elevador, simplemente recordaba sus suaves labios y la forma tan divina de su cintura. Y le hacia querer más.

Y después de tantas veces de encontrarse, era la tensión y el deseo lo que gobernaba a Jaehyun, en el caso de Jungwoo todavía era la vergüenza y un poco de timidez pues cada que lo veía entrar por las puertas del edificio con su buen gusto para vestir y tan elegante, digna de un desfile de modas, rápidamente se ponía nervioso tratando de controlar un sonrojo que podía evidenciarlo más, pensando en como es que había besado a alguien tan guapo. El en cambio era cómodo y sencillo, según sin perder el glamour, pero a lado de él sentía que venía en pijama.

Después de tantas noches pensándolo en sus ratos libres del trabajo y antes irse a dormir, Jaehyun se animó a proponerlo en los eternos segundos que ambos sentían que tardaba el elevador en subir.

Estaba jugando con su dignidad, o Jungwoo aceptaría o lo mandaría muy lejos de una patada.

—Yo se que no hemos hablado acerca del último beso que nos dimos... —empezó a decir después de unos segundos en silencio despues de haberse saludado con un asentimiento —La cosa es que creo que fue bueno y yo la verdad no puedo dejar de pensar en aquello. —Le confesó atropelladamente.

Jungwoo se sonrojó, ya estaba empezando mentalizarse que era asunto del pasado y que fue meramente algún tipo de capricho solo para saciar las ganas que se habían quedado ese día y que su vecino no le daría importancia, siendo algo pasajero.

Así fue como Jaehyun descaradamente para su gusto –aunque se sentía increíblemente avergonzado por dentro y sus orejas rojas lo delataban– le propuso que solo se besaran, tal cual, sin ningún compromiso o algo por el estilo.

Simplemente para terminar de saciar las ganas que al menos Jaehyun si traía de volver a besarlo. Y Jungwoo -quién le daba pena admitirlo-, también.

Definitivamente no sabia ni un carajo en lo que se estaba metiendo, ni las consecuencias o beneficios que le pudiera traer pero terminó aceptando aquel descarado trato.

Fue así como pasaron dos semanas en los que era arrastrado al departamento de a lado sin la oportunidad de llegar al suyo aunque sea para dejar sus cosas.

No solo eso, algunas veces Jungwoo era el que llevaba Jaehyun al suyo, pero antes se aseguraba de que Taeil no se encontrará, ponía una alarma y al menos diez minutos antes de que llegara su roomie, Jaehyun ya tenía que estar fuera de su hogar. Todo este asunto era un secreto del cual ni Taeil ni mucho menos ninguno de sus amigos sabían.

Entonces llegaba con Jaehyun a su departamento o al de él, este lo saludaba, le preguntaba un poco acerca de su dia, después las cosas se tornaban silenciosas y es así como Jaehyun aprovechaba e iba directo a lo que ya deseaba -o deseaban- solo para que la situación no fuera tan incómoda, ya que siendo sinceros no tenían mucho de que hablar cuando era la impaciencia la que dominaba en el ambiente.

Es así como ahora tenemos a dos individuos besándose con tantas ansias en la entrada del departamento de Jungwoo quien se encontraba acorralado en la puerta por los brazos de Jaehyun.

Empezaban tan impacientes, como si todos esos dias no se hubieran estado besando, a veces era tan bruscos y rápidos como adolescentes hormonales, con bastantes ganas de cada uno. Al final terminaban compartiendo besos cada vez más cortos y lentos con los labios rojos e hinchados.

Algo que le gustaba ver a Jaehyun, pues la imagen de Jungwoo despeinado y agitado se le hacía mucho más atractiva y provocadora de lo que ya era.

La alarma que puso el castaño sonó, aquella que indicaba que Taeil no tardaría en llegar. Jungwoo se sobresalto y causa de eso mordio el labio de Jaehyun por accidente.

—L-Lo siento mucho, ¿te lastime? —Se separo tomando su rostro entre sus manos, examinando su labio.

—Esta bien, no pasa nada. —Jaehyun sonrió.

—Creo que es mejor que te vayas, Taeil no tarda en venir. —Con pocas ganas quitó sus manos, un poco apenado y un poco decepcionado.

Jaehyun asintió y separó lentamente sus manos de su cintura, últimamente le costaba hacerlo.

—Nos vemos... ¿mañana?

Era la pregunta que hacía casi siempre después de terminar la sesión de besos. Jungwoo solo asiente o pronuncia un tímido "si". Para después decirse adiós.

En estos dias después de que su vecino se va, se sienta en el sofá con la cabeza hacia arriba, mirando el techo y con una boba sonrisa se pone a pensar en como los labios del otro se mueven con destreza sobre los suyos y como sus manos toman y a veces acarician su cintura.

Y en como él aprovecha para rodear con sus brazos su atractivo cuello, acariciar sus firmes hombros y despeinar su suave cabello castaño.

Al poco rato llega Taeil, diciendo que esta cansado, que tiene mucha hambre y quejandose de que si no fuera porque las cirugías plásticas dejan mucho dinero se iría de la universidad, sacándolo de sus pensamientos y devolviendo al presente con la cara sonrojada.

—¿Y a ti que te pasa? —Taeil le toco la frente —Cada que regreso te encuentro casi hirviendo. ¿Acaso estas enfermo?

—Creo que si. Estoy muy enfermo.



















Jeje no era mi intención tardarme pero a veces no hay inspiración o ganas. Quedo muy cortito a lo que realmente acostumbro. Pero bueno...

Beso robado - JaeWooWhere stories live. Discover now