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𝗖𝗹𝗮𝘀𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗯𝗲𝘀𝗮𝗿
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Por fin, después de varias horas duras de un buen entrenamiento, Usagi y Leo podían descansar. Leonardo por fin habia aprendido los movimientos de espada que el samurai le enseñó, hace ya muchas semanas que le pedia que le enseñara la "técnica", el conejo bien tuvo tiempo lo hizo encantado.

-Lo siento Leo, no soy el mejor explicando- Comento el conejo tirado completamente al piso. La verdad esque el ninja había tardado mucho en aprender, el samurai no quiso dejarle la culpa, así que la asumió el para si mismo.

-Nah, tranquilo, soy yo el cabeza dura- Dijo sentado con la respiración agitada. Al igual que su amigo, Leo se sentía mal por no haber prestado tanta atención a lo que Miyamoto explicaba, sentía que lo hizo perder mucho tiempo.

Ambos querían tener la culpa, sin saber que mientras más la asumía el otro se ponía aún peor, asi siguieron unos buenos minutos.

-¡Vamos! ¡Fue culpa mia!- Exclamó la tortuga.

-No, no, Leo San, nunca fui el mejor explicando, es mi culpa- Respondio el contrario.

-¡Vamos, Usi! No seas así, si tu asumes la culpa luego yo me sentiré mal- Dijo Leo tirándose completamente al piso, Usagi se levantó, sentándose, lo vio por un momento y soltó un suspiro.

-Bien campeón, tu ganas, es tu culpa- Dijo con dificultad, listo, sentia un horrible sabor amargo en la boca por haberlo dicho.
Un silencio se formó entre ambos, Leo encontró aquel momento incómodo, a diferencia del conejo quien estaba disfrutando ese instante.

-Oye Leo, ¿puedo preguntarte algo?-

-Emm, si. ¿Que pasa Usi?-

-¿A tus hermanos no les molesta que haya venido tantas veces?- La verdad esque desde que sus visitas se hicieron más frecuentes, esa duda lo estuvo comiendo vivo, por fin la soltó aprovechando que los demás no estaban.

-Pues no, hasta donde yo sepa no ¿por qué lo dices?- Pregunto Leo temiendo que sus hermanos le hayan dicho algo malo.

-Por nada, eran solo suposiciones, ya sabes, últimamente he estado viniendo con frecuencia.- Se sentía mal por eso, no lo malinterpreten, amaba pasar tiempo con la tortuga, lo amaba mucho, pero aveces sentia que intervenía entre Leo y sus hermanos, y eso era lo que menos quería hacer.

-Yo no le veo nada de malo a eso, me gusta pasar tiempo contigo.- Ese comentario, ese comentario hizo que el conejo sintiera demasiado lindo, ojalá pudiera escuchar más que comentarios amistosos de parte de la tortuga, era algo que ha estado anhelado desde hace unas buenas semanas, pero no lo creía posible, si el apenas estaba aceptando que los hombres si pueden gustar de hombres no quería imaginar que pensaría su amigo, era mejor quedar callado que perder una valiosa amistad.

-A mi también.

-Oye Usi, ahora quiero hacer yo una pregunta.- Dijo sentándose.

-Emm, claro, ¿qué pasa Leonardo?

-Me contó un pajarito que tu, mi querido amigo conejo, gustas de alguien- Dijo el ninja en un tono picaro y humorístico. Mikey, el pajarito había sido Mikey, no cabía duda, el sabía, el samurai ya sabía que el menor de los hermanos empezaba a notarlo. Usagi pedía a gritos mentales que la tierra lo trague.

-¿Como?- Dijo tratando de hacerse el tonto, no sabía cuanta información le había dado Mikey sobre su "crush" como dicen algunos, una sensación de nervios en la panza no tardo en llegar.

-No te hagas el tontico, yo lo sabia desde que aprendí a respirar- Dijo Leo divertido mientras miraba al conejo todo nervioso, no era una actitud muy común en el serio y educado samurai, así que estaba disfrutando de su faceta de nerviosismo.

𝘼𝙢𝙤𝙧 | leosagiˢᵒᶠᵗOnde histórias criam vida. Descubra agora