𝘼𝙢𝙤𝙧 | leosagiˢᵒᶠᵗ

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𝖴𝗌𝖺𝗀𝗂 𝖻𝗈𝗋𝗋𝖺𝖼𝗁𝗈
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Su única intensión era visitar el mundo del conejo para pasar un buen rato con el, nada más, aparte que quería tomarse un descanso de sus hermanos y su constante desorden. Pero, aparentemente no pasó lo más agradable, y sería tonto decir que fue gracias al destino cuando el sabe que el tuvo la culpa, el fue quien motivó a Usagi a comprar uno que otro vino ya que era la única cosa que el conejo podría ser que tolere; su estupida curiosidad por el alcohol de ese mundo lo llevo a el y al samurai a una mala pero a la vez buena situación. Justo ahora el conejo estaba caminando al lado de la tortuga apoyándose en su hombro, el ninja estaba un poco más conciente, pero, un poco sigue siendo un poco.

-Oye Leo.- llamo el samurai a su compañero quien solo volteó a verlo con los ojos entrecerrandose de vez en cuando por efecto del alcohol. -¿S-Sabias que eres el hombre más guapo que conozco actualmente?- solto tratando de que no soltar un "hip".

Ante aquel comentario la tortuga solo río como tonto mientras cerraba los ojos, al abrirlos le respondió coqueto. -¿acaso había- hip - otros?- Dijo fingiendo celos, se le hizo entretenido ver como Usagi habia arrugado su nariz por aquel comentario, mostrando algo de nervios al pensar que los celos fueron reales.

-Pues, el alcohol te lleva a pensar muchas cosas.- Dijo recordando aquella vez tan incómoda donde se emborrachó tanto que le empezó a coquetear a Lord Mifune imaginando a Leonardo, aún recordaba la cara intrigada y a la vez asustada del tigre, Dios, tuvo que esperar dos meses para que le volviera a hablar, y para cuando las charlas volvieron hasta el día de hoy hay cierta tensión de incomodidad

-¿Osea que lo que dices ahora no es cierto?- Dijo en puchero algo triste por eso, esta vez ya no estaba fingiendo.

-No, no, yo pienso que eres guapo aún cuando no estoy sobrio, enserio, te miro y digo "WOW, ojalá le gusten los chicos".- confesó con total honestidad en sus palabras, la tortuga lo hacía desear tantas cosas que siempre ocultaba, pero ahora, el fuerte efecto del vino lo alentaba a soltar todo.

-A mi no me gustan los chicos.- esta oración hizo que el conejo bajara un poco más las orejas mientras lo miraba con los ojos bien abiertos y las cejas fruncidas. -A mi me gusta UN chico.- ahora la mirada triste del samurai se hizo una de intriga, mucha, pero mucha intriga.

-¿Quien es el -hip- robon?- Dijo Usagi poniéndose a la defensiva frunciendo el ceño, este comentario hizo que Leo riera fuerte sin importarle si los demás le miraban raro. -No le veo lo gracioso.- dijo molesto por la actitud de su compañero.

-Yo si, y lo veo muy bien.- respondió canturreando divertido por la expresión de su contrario, era extrañamente agradable verlo de aquella forma, obviamente si fuese algo serio no generaría la misma sensación, pero debido a que no lo era le restó mucha importancia. Una vez cansado de sonreír y evadir el tema de ese tal chico, palmeo el hombro del samurai para decirle. -Asi que ¿quieres saber?

-No, a mi me encanta estar rogando como tonto.- dijo sarcástico escuchando risas de parte del azul, era la primera vez en que ese sonido le irritaba tanto y a su vez, sin saber porqué, le encantaba. -Ya dime, no tengo toda la noche.- dijo tratando de mostrarse aún enojado, estaba haciendo un gran esfuerzo para no soltar alguna sonrisa.

-Wouh, tranquilo velocista, claro que tenemos toda la noche.- siguió jugando el ninja disfrutando del lindo enojo del otro. -Ese alguien empieza con T y termina en U.- era la indirecta más sencilla del mundo, no tenía fallo, pero claro, la incredulidad del conejo al no tener esa clase de piropos en su dimensión más el efecto del alcohol hizo que no entendiera. El samurai le lanzó una mirada fulminante a la tortuga, quien solo le devolvía la vista con confusión. -¿Tengo algo en la cara?- pregunto Leo empezando a ponerse nervioso.