One kiss || Yeongyu [FINALIZADA]

2 ; You again?

2 ; '¿Otra vez tú?'

Lunes. 10:00 am.

Al otro día, Yeonjun no fue a trabajar. Estaba un poco resfriado, aprovechó para quedarse en casa.

"Quedarse en casa".

Si quedarse en casa implicaba ir a ver Soobin, eso fue exactamente lo que hizo.

[Yeonjun, 1st Person (Yeonjun's POV)]

¿Y que más podría hacer? Vivo solo, quedarme en casa sería aburrido.

Además, le agrado a la mamá de Soobin, ¡no era molestia ir a visitarles!

Cuando llegué, su madre me abrió la puerta con una dulce sonrisa, ella es todo lo que está bien en este mundo.

—¡Yeonjun! ¿Qué te trae por aquí, querido? ¡Ven pasa, hace frío afuera!— Sin siquiera dejarme contestar, prosiguió. —Ay cariño, ¿estás resfriado?— Soobin, quien estaba en la sala, volteó a verme preocupado.

—Hola— Sonreí. Los tratos entre esa señora y yo eran más familiares, ella siempre estuvo para mí, más que mi propia madre. —Ayer salí y no estaba tan abrigado...—

—¿Soobin no venía contigo?— La mujer me miró y luego miró a Soobin.

—Oh si, pero sólo lo acompañé a casa y le dí mi abrigo. No contaba con que lloviera más tarde.— Soobin bajó la mirada, apenado.

—Te empapaste ayer, ¿verdad? Lo siento, tuve que haberte acompañado.— Soobin se acercó al lado de la mujer para observar.

—Afortunadamente, no. Alguien me prestó su paraguas así que llegué bien, sin mojarme.— Me recargué sobre la pared y Soobin me miró confundido.

—¿Alguien venía contigo?—

—No, de hecho, no sé quién fue el que me dió el paraguas, ni siquiera pude agradecerle porque desapareció.— Intentaba explicar la situación moviendo mis manos.

—¡Que joven tan agradable!— Dijo la mujer volviendo a la cocina. Soobin y yo nos sentamos en el sillón.

Continuamos platicando de diversos temas un rato, hasta hablamos del trabajo. Soobin se detenía en algunas cosas para hacer énfasis en lo que le molestaba. Luego se puso a hablar de que su erizo, Odi, no quería jugar con él y que probablemente estaba pasando por la pubertad. "Cariño, los erizos no pasan por la pubertad" su madre le recalcaba.

Después de estar charlando un rato, la mujer sirvió la comida.

—Querido, ¿te quedarás a comer?—

¿Quién en su sano juicio rechaza la comida de la mamá de su novio? Sería una falta de respeto hacerlo.

Asentí, y con una sonrisa y me senté frente a Soobin. Él no parecía del todo contento con mi presencia, pero no le tomé mucha importancia. Era algo que solía suceder cuando su madre estaba presente.