12 ; Kiss my face

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12 ; Besa mi cara

Yeonjun se encontraba terminando de limpiar su departamento felizmente después de despedir a Hueningkai y Jiwoo. Los había contactado para obtener su ayuda con el desastre que se yacía en la casa del pelinegro.

Beomgyu lo había visitado durante toda la semana. Su hogar se había llenado de polvo, harina y muchas cosas la noche anterior, pero más que nada, se había llenado de felicidad y ese sentimiento de pertenencia. Dulcemente podía decir que era como un sol, un sol brillante que lo iluminaba con su -un poco ruidosa pero hermosa- risa.

Hoy lo visitaría de nuevo, sólo que esta vez estaba nervioso. Había recibido un mensaje del menor diciéndole que debía preguntarle algo importante y cuando le preguntó que sucedía sólo respondió que era una sorpresa.

Yeonjun le había hablado centenares de anécdotas y cosas sobre Beomgyu a Hueningkai. Incluso él mismo había llegado a entablar varias conversaciones con el castaño. Había hablado con Jiwoo también, pero ella intentaba evadir el tema.

Quería y estimaba mucho a su amigo.

—¿Alguien puede ayudarme a ordenar estos productos en las estanterías?—

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—¿Alguien puede ayudarme a ordenar estos productos en las estanterías?—

—¡Yo te ayudo, Choi!— Respondió Beomgyu, alegre.

—Gracias.— Respondió aquél chico mientras colocaba las cajas en la mesa y el castaño se acercó para ayudarle.

Beomgyu había conseguido un pequeño empleo en una pequeña tienda. Al salir de la universidad, debía dirigirse al sitio y trabajar al menos dos horas, su trabajo podía ir desde vendedor hasta "abastecedor".

Se alivió al entrar la primera vez, pues había un chico que era sólo un año mayor que él, tímido y bastante callado, con el que había conversado un poco esa semana.

En esa tienda, la mayoría de ellos se apellidaban "Choi", asi que, manteniendo las formalidades -y casi como una broma-, se llamaban entre si como "Choi-Gyu", "Choi-Seo", etc.

Había sólo uno de ellos, al cual solo le decían "Choi", pues le daba verguenza "oir que lo llamasen por un apodo", según él.

El mayor se recargó sobre la pared. —Eso es todo, Choi-Gyu, ya puedes irte.— Sonrió.

El castaño saludó a los empleados y decidió partir camino hacia su hogar, puesto a que debía recoger unas cosas antes de ver al pelinegro.

Pero al salir de ahí, vió entrar a tan conocida mujer pelirroja, sin siquiera percatarse de su presencia. Sintió algo dentro de él removerse, como si de un escalofrío se tratase. ¿Cómo no va a reconocerla?

Es tan claro, como sus ojos. Esa mujer era la persona por la cuál lo habían reemplazado.

Suspiró. Estaba intentando dejar todo eso atrás, pero cada día se volvía más difícil.

One kiss || Yeongyu [FINALIZADA]Where stories live. Discover now