Adrienne Lively se enorgullece de ser inteligente, remilgada y correcta. Ella no va en contra de las reglas de la sociedad y se niega incluso a tomar un trago de tequila. En otras palabras: conservadora y tradicional.
Landon Downey, el soltero más b...
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Adrienne Lively:
Landon me lleva a su habitación y sin duda alguna me quita del cuerpo toda la ira que me había provocado Troy. En estos momentos me encuentro acurrucada en sus brazos.
—¿Quieres hablar al respecto? —me preguntaría Landon con un tono tranquilo.
—Landon, tú no quieres hablar —le diría seductoramente.
—¿No? ¿Por qué será eso? —preguntaría en el mismo tono.
—Por que me deseas...
—Ya te tuve. ¿O se te olvidó tan rápido? —diría con una sonrisa, acariciando mi brazo suavemente.
—No lo olvidé, pero tu cuerpo sí evidentemente. Puedo sentirte presionado contra mi muslo ahora mismo —al decirlo notaría su sonrisa engreída pero al mismo tiempo un pequeño rastro de vergüenza en su rostro.
—No es como si la primera ronda no haya sido increíble. Yo solo... —no me molestaría en darle tiempo en responder y simplemente lo besaría, siento como su cuerpo se enciende con anticipación.
Esta vez, hacemos el amor de una manera lenta y sensual. La liberación frenética ha pasado, ahora estamos enfocados en el placer profundo y satisfactorio además del cuidado mutuo. Lenta y tentadoramente se acerca a mi. Mientras alcanza su base, sus caderas se estremecen y envían un delicioso escalofrío a través de mi cuerpo.
—Mm...te sientes tan bien... —su ritmo de mantiene lento, profundo y dominante. Tiene gotas de sudor en la cara y susurra mi nombre mientras se libera en mi calor.
Aunque en esta ronda no estaba tan segura de comenzarla, me encuentro cayendo en mi propio y dulce segundo clímax mientras gimo contra su pecho.
—Ahh...Landon... —el placer es diferente esta vez, suave y calmado. Viene en olas que parecen llevarse toda la tensión de la vida con ellas.
Mis labios se unen a los suyos mientras ambos regresamos a la habitación después de haber volado hasta las nubes en la pasión del otro.
—Ok...yo...estoy cansado, no más distracciones —diría con una brillante sonrisa, acostándose junto a mi todavía tratando de recuperar el aliento, parece más calmado que nunca.
—Ahora, ¿me vas a decir qué pasa? ¿por qué estabas triste?
—Landon ¿De verdad quieres saber? —le preguntaría acariciando su pecho.
—Absolutamente. Y, no quiero presumir, pero creo que me lo he ganado —soltaría dándome un tierno beso en mi cabeza.
—Es solo que estoy tan cansada de ser juzgada por los estándares de mi hermana, Por mis padres, por el chico con el que salgo. Es seriamente agotador. A veces pienso que mi madre me odia. Nunca estaré a la altura de sus expectativas. Y ni se diga de Troy, no estoy segura de cuándo se convirtió en un imbécil controlador —diría soltando un bufido.
