Adrienne Lively se enorgullece de ser inteligente, remilgada y correcta. Ella no va en contra de las reglas de la sociedad y se niega incluso a tomar un trago de tequila. En otras palabras: conservadora y tradicional.
Landon Downey, el soltero más b...
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Adrienne Lively:
Me encuentro con Sandra en Interdit y solamente espero que esta noche transcurra con éxito.
—¡Wow, te ves hermosa! —comentaría Sandra, dándome un abrazo de bienvenida.
—Jared dice que estás en un pequeño aprieto —agregaría Tony regalándome una amable sonrisa.
—Pequeño es poco, mi mamá quiere que tenga algo con un chico narcisista que se autodenomina el regalo de Dios para las mujeres —diría mientras ruedo mis ojos.
—Ohh ¿un regalo de Dios para las muejeres, eh? ¿Y cuál es la parte mala en eso? —me preguntaría Sandra con una sonrisa, mientras toma de su bebida.
—Es uno de esos regalos odiosos que te atormentan día y noche, que desearías que nunca te lo hubieran regalado.
—No puedo creer que tu madre ya esté intentando presentarte chicos ¡No pierde ni un segundo! —agregaría Sandra sorprendida.
—No se trata de solo presentarme con tipos al azar, ella cree que me está ayudando a superar mi ruptura con mi novio pero al mismo tiempo, me presenta con un querido amigo de la familia ya que para ella es un ganar-ganar.
—Oh, entonces es un acto de caridad —comentaría Sandra con humor.
Me río del seco sentido de humor de Sandra y busco a mi cita con la vista por el club. Tony y Sandra hacen preguntas sobre mi vida en América, mientras esperamos sin embargo, el buen momento es interrumpido desafortunadamente por alguien que se deja caer en el asiento a lado mío.
—Hola preciosa, estaba atorado en la fila ¡De verdad! este lugar debería tener un código de barras para gente como yo —anunciaría el Landon falso con una sonrisa de autosuficiencia.
Justo en ese momento, tocan mi hombro y al voltear con mi bebida en mano, observo que se encuentra un desconocido mirándome a los ojos.
—Hola, disculpa pero...no lo pude evitar. Tenía que acercarme para decirte lo hermosa que te ves en ese vestido. Bueno, te verías hermosa incluso usando un saco de papas y me encantaría... —diría el desconocido ruborizado.
Antes de que el desconocido continue con su tierno discurso, Landon falso se levanta de su asiento de manera lenta, demostrándole su altura, queriendo infringirle temor al pobre chico.
—Hermano, ¿No puedes ver que está con alguien mejor que tú? —le cuestionaría Landon con un semblante furioso.
—Como si pudiera tomar en serio a alguien que lleva puesta ropa ridícula —diría el desconocido viendo a mi cita de pies a cabeza.
—Como si los franceses supieran de moda, hice que me diseñaran este look a la medida en Nueva York, hermano.
—Deja a este inútil y ven a bailar conmigo —me diría el desconocido, ofreciéndome su mano.
