Adrienne Lively se enorgullece de ser inteligente, remilgada y correcta. Ella no va en contra de las reglas de la sociedad y se niega incluso a tomar un trago de tequila. En otras palabras: conservadora y tradicional.
Landon Downey, el soltero más b...
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Adrienne Lively:
—¿De verdad vamos a discutir sobre esto? Vamos, me diste un día libre de Mery. Hay que tener un buen día ¿Sí? —le preguntaría tratando de convencerlo.
—Está bien, es lo justo. A mí también me gustaría eso...
De vuelta a mi departamento, reviso mi teléfono y hay veinte mensajes esperándome.
—Oh, por el amor de dios. Necesito revisar esto rápidamente, lo siento.
—No hay problema. Tenemos todo el día ¿cierto? —preguntaría Landon con una dulce sonrisa.
Los primeros mensajes de voz son de Troy...
«Chat con Troy»
«Adrienne es Troy. Lo siento, cariño. Es solo que sabes que mi hermano se casó el año pasado.»
«Lisa es una abogada de primera categoría, ella sube las expectativas y es mucha presión para mí.»
«Sé que tienes un plan de juego así que hablemos las cosas y cuando tengas tiempo iré a visitarte»
Con cada día que pasa me doy cuenta más y más de que Troy y yo ya no tenemos esperanzas, cuando era más joven pensaba que Troy era el hombre de mi vida, el hombre que me iba a rescatar en su caballo y llevarme tal como una princesa. Un pensamiento llega a mi mente y susurro ese pensamiento al aire.
—En realidad no podría importarme menos si Troy se va...¿Eso es terrible de mi parte o liberador?
—¿Qué fue cariño? ¿Dijiste algo? —preguntaría un confuso Landon.
—El mensaje de voz era de Troy, mi novio. Yo...me acabo de dar cuenta de algo. Creo que Troy y yo nunca fuimos una buena pareja. Nunca...
—No me sorprende. Claramente no estás muy apegada a ese hombre -soltaría Landon, analizando mi rostro.
—La cosa es que pensé que lo era. Al menos pensé que podría serlo. Que estábamos en camino a ser inseparables. Tantas personas en mi vida me dijeron que Troy era perfecto para mí, supongo que asumí que tenían razón. Pensé que lo amaba o al menos que lo que sentía por él era lo que la gente llama "amor".
—¿Qué hizo que te dieras cuenta que no era así?
—Yo creo que fuiste tú. Esta cosa que tenemos hizo que me diera cuenta de que hay lazos que pegan más fuerte y corren más profundos que cualquier cosa que haya tenido con Troy.
—Bien, ese es el primer paso —anunciaría con una orgullosa sonrisa.
—¿Para qué? —le preguntaría con demasiada curiosidad.
—Para vivir tu propia vida, bajo tus propios términos. Te mereces ser honesta contigo misma, Adrienne. Y no puedo esperar para ver en qué se convierte tu vida una vez que lo aceptes.
