The final countdown

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T/N
Dustin fue rápido, solo se le había olvidado algo que ni me tome la molestia en preguntarle o prestarle atención.

- en que estábamos- dijo Eddie entregándome el cigarrillo dándome la oportunidad de hacerlo yo misma como si lo de ahorita no hubiera pasado.

Volví a intentarlo, y esta vez si me dio, no sufrí de ningún ataque cardiaco en el proceso así que todo bien.
Eddie me miro con una sonrisa y prendió el otro para fumarlo el.

Y ahí estábamos nosotros dos, en el piso de una cabaña fumando alguna hierba mágica mientras éramos buscados por la policía por asesinatos.
Que buen tipo.

El silencio lleno la habitación pero no era para nada incómodo y no se sentía la necesidad de decir nada. Solo éramos el, yo y el humo que salía de nuestras bocas y que no tardo mucho en hacer efecto haciendo que nos sintiéramos mucho más relajados y de mejor humor.

- t/n....

- dime

- como le haces para... agradarle a todo el mundo.

- ¿ a que te refieres?

- digo, eres popular, pero no por que tengas algo como el resto de los populares por ejemplo los deportistas fastidiosos o los adictos a fiestas, solo le eres agradable a la gente....

- mmm

- y no entiendo por que, pero aquí si no eres una copia exacta del idiota de Jason, no truinfas en la vida, así que no entiendo como es que todos te conocen y no te odian.

- ¿ acaso a alguna razón por la que deberían odiarme?

- no... perdón no me refería a eso

- tranquilo- me rio un poco- ya te entiendo, pero no se que responderte...

- mhh

- Eddie...

- dime

-... nada...

- dime

- bueno... dime tu, ¿ a caso te caigo mal o te fastidio? Por que sería completamente entendible si me odiaras pero solo quiero saber si me odias por que nunca hemos interactuando y créeme que eres un buen chico... tu solo vives en tu propio mundo...- nuestras voces ya empezaban a sonar lento debido a la intoxicación y relajación.

- yo no te odio t/n.

- ¿ en serio?

- en serio- suspiró y se reacomodo contra la pared.- la única razón por la que no te hablo y no te presto atención como todos en la escuela lo hacen, es por que una parte de mi nunca puede dejar de pensar en tu maldita hermosa sonrisa y la manera en la que se la dedicas a todo el mundo, hablarte implicaría que me dedicaras una de esas sonrisas pero se que esa es solo tu personalidad y me tendría que esforzar en no sentirme especial si me sonrieras.

Lo miro a los ojos mientras siento que me están electrocutando el estómago.

- y ni siquiera se  por que te digo todo esto- sigue- por que seguro solo va a hacer todo de ahora en adelante las incomodo especialmente cuando el efecto se pase.

- ¿ y cuando se pasa el efecto?

- en unas horas supongo...

- entonces no hay de que preocuparnos, aprovechemos el efecto Eddie....

Ya yo me encontraba acostada al lado de el con mi cabeza en su hombro y sincronizando nuestras respiraciones.

- sabes Eddie... me gustas, realmente me gustas. Y no se si te acuerdas de las pocas interacciones que hemos tenido como cuando me diste tu agua en clase de deportes solo por que no traía la mia...

- si me acuerdo- dijo riendo.

- y me hiciste sentir tan especial que ya no me valía la atención que me daban los demás, solo estaba feliz con tu botella de agua y tu maldita mirada.

- .... ¿ Entonces por que no me hablabas como hablabas con todos?

- por que siempre pensé que me odiabas... pero ya se la razón.

Nos quedamos en silencio después de esas confesiones que vinieron de la nada y que parecían haber estado escritas solo para salir de el tema rápidamente, peor nunca me alejé de él y el nunca de mi.
Mis ojos se empezaron a cerrar y no podia estar más cómoda y segura al lado de el.

....

La luz de el día ya se estaba llendo pero todavía me sentía medio.... Agüevada.

- VA. MO. NOS. - me dijo y la un abrir y cerrar de ojos estábamos en el bosque al lado de una piedra muy muy grande.