Parte 20💜

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Subimos las escaleras, el hotel era aún más hermoso por dentro que por fuera, las escaleras eran de color azul con múltiples detalles de copos de nieve y hojas. El chico de las maletas subió con nosotros.

—Ésta es su habitación —indicó el chico muy atento.

Abran abrió la habitación. —Muchas gracias joven, tenga. —Héctor metió la mano en su bolsillo y le entregó cien dólares.

—Muchísimas gracias señor —dijo el joven muy agradecido.

Entramos a la habitación, la cama era enorme, tenía una sábana de color azul con un enorme corazón de color rojo encima. En la mesita de noche había una botella de champán con tres copas. Miré hacia el techo, había un enorme espejo que reflejaba cada sentimiento de la cama. El baño era enorme, había un enorme espejo, todo era hermoso.

—Si —siento un fuerte golpe en la cama. Era Abran y Héctor se habían lanzado encima de la cama. No me había dado cuenta frente de la cama también había un espejo con una mesa para maquillarse.

—Ven Isa... —dijo Héctor invitándome a lanzarme encima de la esponjosa cama.

Me quedé en silencio y los dos se levantaron de la cama. Se colocaron uno a cada lado de mi cuerpo.

—Ahora Héctor —grita Abran.

Me rodearon con sus enormes brazos y me lanzaron encima de la cama. El feo gorro que llevaba puesto casi se me cae y enseguida lo coloqué en su sitio nuevamente. La cama era muy suave, casi parecía que estaba encima de una nube en el cielo.

—¿Y tu familia? ¿Acaso no vienen a la boda? —pregunté por pura curiosidad.

—Mi hermana llegó al hotel un día antes que todos nosotros para poder preparar todo para su boda. Y mi familia está a punto de llegar, digo si ya es que no están aquí —respondió Abran —¿Vamos a esquiar? De seguro nunca lo has hecho ¿No es cierto Serpi?

—Si vamos —respondí emocionada por la maravillosa idea.

Entré al baño y me quité mi fea ropa con excepción del horro claro. —Ya estoy lista —comenté una vez que terminé.

—Nosotros también —dijo Héctor. —Que bueno que en el instituto había una plaga de ratas y cucarachas. Sino no pudiéramos estar aquí disfrutando de este lujoso hotel —una sonrisa bailaba en los carnosos labios de Héctor.

—Tienes razón ya necesitábamos un descanso del insti, de lo contrario ya estaría internado en un hospital siquiátrico —sonrió Abran. —Bueno vámonos ya, estoy emocionado.

Salimos de la habitación y justo delante de la puerta se encontraba el joven que nos había ayudado con las maletas.

—Hola nuevamente, la recepción del hotel me ha asignado esta habitación para ser su guía mientras permanezcan en la instalación —aclaró el chico con una voz cálida y un hermosa sonrisa

—Que bien —dije emocionada.

—No necesitamos ningún guía ni nada parecido —respondió Abran en un tono de voz frío. Al chico se le borró la bella sonrisa al oír las palabras de Abran.

—Si que necesitamos un guía, después de todo aquí el señorito ¿Cual me habías dicho que era tu nombre? —pregunté.

—Eliot —respondió rápidamente.

—Bueno Eliot nos divertiremos un montón nosotros cuatro, —le tomé el brazo, mis dedos podían notar sus músculos por debajo de la hermosa camisa blanca y azul que llevaba puesta.

—Si nos divertiremos un montón que alegría —dijo Abran en un tono de hipocresía al cien.

—Si nos divertiremos un montón que alegría —dijo Abran en un tono de hipocresía al cien

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El amor de la Serpiente ¿QUIÉN ES? (Saga EADLS)Where stories live. Discover now