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Miraba al suelo mientras el auto en el que viajaba me llebaba lentamente a mi perdición; el enorme pedazo de hielo comenzó a fumat dentro del carro, exalaba el humo directo en mi cara y no me quitaba los ojos de encima, trataba de mantener la compostura, pero me moría de miedo en mis adentros.

– ¿tienes nombre humano? – lo mire por el rabillo del ojo.

–que te importa – el me miro furioso, podía sentir la ira de su mirada en mi.

–¿dónde vives? ¿tienes familia? – su voz me resultaba incomoda, era grave y rasposa, supongo que por fumar tanto.

–no tengo familia – no le dije nada mas, no quería que fuera tras mis hermanos.

Fumó un poco y soltó el humo para luego preguntarme algo extraño –¿te gustan los perros? – acenti con miedo –¿te gustan... – se inclino para estar a mi altura, se me acerco y susurro en mi oído algo que hizo recorrer escalofrios en todo mi cuerpo  –... Las apuestas? – su aura era fría, mientras mas cerca mas frío daba, regreso a su lugar y me miro de arriba a abajo.

–¿qué me vez idiota? – el soltó una risa nasal ante mi pregunta.

–nada, ¿te gustan los juegos? –

–¿con que proposito? – exalo otra nube de humo en mi cara.

–divercion, claro – dijo con un tono que me desagradó.

–depende el juego – tomo con fuerza la cadena de mi cuello y la jalo para acercarme a el, cruzo una de sus piernas y mirándome hacia abajo dijo...

–ruleta rusa – mientras mas humo axfigciante salía de su boca.

–abre la maldita ventana – dije mostrando mis dientes cual perro y el abrió la ventana para dejar salir algo de humo.

–¿quieres jugar? – dijo con el cigarro en la boca.

–¿ y que gano yo con eso? – me miro y con una sonriza arrogante y enorme me convenció con las dos simples palabras: "tu libertad" – ¿y que si pierdo? –

–te quedaras conmigo para siempre, y yo me divertire un rato – aun estando en esa posicion que me hacia sentir como un maldito perro lo pensé, y mucho antes de aceptar, era mi única salida.

–acepto, pero deberás cumplir tus palabras, como hombre es tu deber cumplir, si me engañas tendrás consecuencias muy grandes – dije levantandome lentamente y acorralandole en el asiento.

–porque tan exigente con cumplir mi palabra, ¿he? –exhalo otra nube en mi cara, ya muy irritado no me deje llevar por mis instintos y me senté en mi lugar otra vez.

–porque si no lo haces eres un cobarde – su expresión cambia a una más molesta.

–explicate – dijo irritado.

–que no cumplas tu palabra no es digno de alguien que se haga llamar un hombre, muestras cobardía ante la idea de perder y aun así te muestras arrogante, que hombre tan cobarde –

–bien, en ese caso, que te parece si hacemos esa ruleta más... Peligrosa –

– pon las reglas y te venceré en tu propio juego, hijo de perra – sonrei confiado, quizá no debí arriesgar tanto, pero si le ganaba de esa manera, el no tendria de otra que dejarme ir, después de todo si era casi imposible de ganar, me merecería completamente mi tan deseada libertad.

–esta bien, solo recuerda... Tú lo pediste – soltó el agarre de mi cadena y bajó del auto, ya afuera me hizó una señal para seguirlo, inhale profundo y luego salí del auto; caminamos un poco hasta llegar a una pequeña cabaña, ¿a caso este hombre no tiene mas que cabañas abandonadas? Abrió la puerta y me jaló al inferior de aquel lugar.

~''°\PASADO RUSO/°''~ (countryhumans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora