~''°\PASADO RUSO/°''~ (countryhumans)

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-Si, mi señor, ¿Qué necesita de mi?

-Tu conocías a Astrid, ¿No es así?

La sirvienta se quedó unos segundos en silencio. -Si.

-Perfecto, entonces debes saber si ella tenia planeado irse, ¿Tego razón? O es que conoces a quien si sabia.

-Eramos amigas, señor, pero jamas hablamos de planes fuera de servirle a usted y su hijo.

-Entonces, no sabes donde esta.

-No mi señor. -decia cabizbaja.

-¡Bien! Ya que no sabes nada, no me eres útil.

-Señor, aun me quedan muchos años para servirle, por favor.

-Entonces se útil para algo. -Se levantó de su asiento y se acercó a la joven. -Deveria darle un castigo a tu madre, a tus hermanas, o a ti, ¿No estaban ustedes a cargo de vijilar a Astrid? -Comenzó a caminar en círculos alrededor de la joven.

-Mi señor...

-Callate. -La miró de pies a cabeza. -Si quieres ser de utilidad, me haras un prqueño favor.

-S-si, ¿Qué cosa es, mi señor?

-Mmm, ya lo veras, por ahora ve y búsca a tu amiguita, la necesito ahora.

-Bien, mi señor, con su permiso. -Dio vuelta a sus pasos y salió del cuarto.

-¡Dile a tu familia que las estaré vigilando! -Gritó para asegurarse de que la joven lo escuchara en su camino de regreso.

Al ya estar con su madre otra vez, se dispuso a dar las noticias, su vieja madre parecía querer desmallarse tras escucharlo todo.

-hija mía, ¿Estas bien? ¿Te ha hecho algo el amo?

-Madre, estoy bien, yo cuidare de ti y mis hermanas, no se deben preocupar, por ahora debo salir a buscar algo, les encargo mis tareas de hoy. -La joven tomó su abrigo y salió al lugar que uno de los soldados le indicó para que fuera a buscar a Astrid. -Astrid, ¿Por qué decidí ser tu amiga? Agh.

°°°

-¡Achu!

-Salud.

-Gracias.

-¿Quien estará hablando de ti Alemania?

-Ah, ¿Tú crees eso?

-No mucho, pero me gusta pensarlo.

-Mmm, por cierto Vietnam, gracias por dejarme quedar aquí.

-No tienes que agradecerme linda, lo hacemos con gusto.

-Tienen aquí bastante comida para no tener contacto con la sociedad.

-Oh eso, un joven viajero nos entrega comida de vez en cuando, él nos ayuda a subsistir con lo poco que tenemos.

-¿Y quien es ese viajero?

-Se llama Finlandia, se fue ayer en la noche antes de que llegases, supongo.

-mh, el nombre, lo he escuchado ya en otro lugar. -Decia la joven mientras cortaba un poco de lechuga.

-Ya se, el joven Finlandia fue traído aquí tras un trato que hizo el señor URSS, no nos contó nada más, pero logro su libertad poco tiempo después.