Yibo y Zhan relatan desde su propia perspectiva como fue su vida en preparatoria, como es que se gustaron y enamoraron.
Como de manera torpe empezaron a comprender que es el amor, cómo fue la entrega hacia otra persona en su primera relación sexual...
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El tiempo pasó volando y para ese entonces ya teníamos que pensar en universidades, Zhan ya tenía decidida su carrera pero yo todavía estaba indeciso, o tal vez no quería que esa etapa de nuestras vidas acabará.
Zhan— Yibo te traje folletos de universidades, si quieres podemos ir el fin de semana a visitarlas.
Yibo— De acuerdo, ¿Oye en esas está la de medicina?
Zhan —Si, hay dos, ¿Porque?,—No quiero que escojas la universidad solo porque yo voy a ir, quiero que estudies algo que te guste.
Yibo— Pero....no quiero separarme de ti.
Cómo siempre lo hacía, lo tome de la cintura para darle un beso, me encantaba verlo sonrojar.
Zhan—¿No puedes mantener las manos en su lugar?
Yibo—¡Por eso, su lugar está en tu cuerpo!, —Por cierto nos toca el aseó del salón a ti, a Yubin y a mi, pero ese tonto no va a poder quedarse.
La verdad ese día no tenía ganas de limpiar, pero lo tenía que hacer si no Zhan se molestaría, así que nos quedamos cuando todos se fueron.
Zhan— ¿Que te pasa Yibo, te vez mal?
Yibo— ¡No se!,—Últimamente me siento raro, como si me diera fiebre y el cuerpo con algo de ansiedad, no lo sé.
El error más grande que hizo mi hermoso Zhan fue acercarse y poner su mano en mi frente, eso bastó para que mi cuerpo reaccionará
Zhan—¡Yibo saca la mano de ahí!
Yibo—¿A casó no te gusta como te lo agarro?
Zhan—¡No es eso!,— Alguien puede vernos.
Yibo—Ya no hay nadie, — Llevamos casi un año juntos, sabes cuántas veces me bañe con agua fría, cuántas veces tuve sueños húmedos pensando en ti.
Zhan—¡Y creés que yo no he pasado por lo mismo!, —Pero aún así debemos aguantar.
Si como no, yo en esa época estaba a punto de explotar y el me pedía esperar, por supuesto que no lo iba hacer, lo sujete sin dejarlo hablar y lo empecé a besar, empecé con mi mano a frotar su miembro el cuál no tardo en responder y levantarse, hinchándose casi al mismo tiempo que el mío. Éramos torpes en ésto, pues para los dos era nuestra primera vez.
