Capítulo 25

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La señora Park se encontraba en la cocina, mientras su esposo habla por teléfono con el medico que se encontraba a cargo de la salud de Jimin. Hoseok se había quedado en el hospital cuidando del rubio, mientras los demás iban a sus respectivas casas ha descansar o al menos hacer el intento de.

Tomó el pan cuadrado para quitarle el borde para así poder llevarle algo de comer a Hoseok y a los chicos que muy posiblemente estarían junto a él cuando ella regresara al hospital.

—Los signos de Jimin están normal, ya está más estable —habló el señor Park llamando la atención de su esposa—. Aún no ha despertado, pero ha logrado estabilizarlo

—De acuerdo —fue todo lo que respondió.

Su marido podía escuchar el dolor es su voz, podía observar como el brillo de sus ojos se encontraba apagado. El tiempo estaba regresando a aquel momento donde el doctor dijo por primera vez que su pequeño niño tenía leucemia.

—Todo va a estar bien, cariño —mencionó él tratando de alentarla.

Ella solamente asintió y siguió preparando los sándwiches. Le dolía ver como poco a poco las cosas iban tomando un rumbo distinto al que siempre había planeado.

Recordaba perfectamente como el doctor les había dicho que no era grave, que mientras pudiesen controlarlo todo iba a estar bien. Cambiaron de ciudad, con ello cambiaron de médico y fue donde una vida perfectamente planeada se desplomó a sus pies.

Los recuerdos de su mujer llorando durante las noches siguen frescos en su memoria. Ver a su hijo en una sala de quimioterapia durante horas seguía doliendo.

—Hoseok debe estar cansado, debemos ir al hospital —mencionó la señora Park colocando los sándwiches dentro de una pequeña lonchera.

—No has descansado lo suficiente, yo iré

—No —respondió apresuradamente—. No voy a dejar a Jimin solo

—Eun-ji

En aquel momento el timbre sonó por toda la casa. Ambos se miraron confundidos, nadie ingresaba a la casa sin ser anunciados por los guardias.

Eun-ji dejó a un lado la lonchero y caminó con prisa hacia la puerta. En cuanto la abrió se encontró con el pelinegro frente a ella. Taehyung observaba el suelo apenado, su labio inferior se encontraba abierto y con algo de sangre, su ojo derecho con miles costos lograba mantenerse abierto.

—Taehyung —mencionó preocupada—. ¿Qué te ha pasado?

—No supe a donde más ir —carraspeó—. ¿Está Jimin? —cuestionó alzando la mirada.

El aspecto del pelinegro daba lastima. Su labio roto, su nariz tenía sangre y su ojo se encontraba bastante golpeado y ni hablar que el menor se sostenía el estómago con dolor.

—¿Qué te ha pasado? —preguntó aún más preocupada.

—Solo quise ver a mi hermana —mencionó en susurro—. No supe a donde más, siento mucho molestar. Yo...yo debería irme —se giró un poco para comenzar a retirarse del lugar.

—Pasa —se apresuró a decir.

Taehyung la miró avergonzado. Hacia mucho no se acercaba a aquel lugar, hace muchos meses no había vuelto a cruzar palabra con la señora Park.

El menor ingresó a la casa y escaneó todo el lugar tratando de encontrar a Jimin en alguna parte.

—¿Qué es lo que te ha pasado? —cuestionó Eun-ji preocupado.

Estrella Fugaz || VminWhere stories live. Discover now