Lola

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Emma

Desperté primero que Vanesa y me dediqué a mirarla, así era como luego podía recordar cada detalle para dibujarla, sus largas pestañas, sus labios que dejaban ver un poco sus dientes y como dejaba uno de sus brazos bajo su cabeza. Y aunque me gusta dibujarla de pie, podría dibujarla tal y como está ahora, aunque me regañaría.

Busque entre las almohadas mi móvil el cual había olvidado por completo, entré a instagram y comencé a cotillear a la gente, Patricia había publicado una foto con Ana, por lo visto estaban intentándolo nuevamente o simplemente pasando el rato, mi hermana subía fotos de plantas y en cuanto pasé las cinco fotos de plantas me aparecieron las historias de Vanesa, una foto de nuestras copas de vino en la cena de ayer y la mía estaba manchada con mi labial rojo.
vane no le había escrito nada, tampoco le había puesto una canción, reí porque entendía su juego, mostrarle a sus seguidores que las fotos que nos habían tomado podrían ser reales.
Como le gustaba a Vane ir de cachondeo por la vida.

Fuí a WhatsApp y entré al chat con Patricia.

*¿Qué pasa con Ana?*.

Dejé un mensaje muy sutil y salí del chat para ver que tenía mensajes de mi madre y de mi hermana, al igual que de otras personas que la verdad no valía la pena responderles, me di el tiempo de responderle a mi madre que estábamos bien, que las fotos fueron totalmente intencionales, menos la primera y que a la tarde la llamaría, pero el mensaje que más me dio risa fué el de mi hermana.

*¿Cómo que "la misteriosa chica con la que Vanesa Martín pasea por Málaga"? ¿Me explicas? *.

*mi hermana famosa*

*¿Puedes darle un beso frente a todas las cámaras para yo poder decir que mi hermana esta saliendo con Vanesa Martín por favor?*.

Mientras reía y subía las sábanas de la cama para tapar mi pecho le respondí.

*creo que ya tienen esa foto, quizás ya la subieron, sino toca esperar unas horas*.

Guardé mi móvil y me acerqué nuevamente a abrazar a vanesa, su cuerpo estaba caliente, su cabello revuelto por las almohadas y brillaba por la poca luz que entraba por las ventanas.
El día estaba como para quedarse en casa y ver películas.

—duerme un poco más— vane ya estaba despierta y mirándome muy atentamente.

—no puedo, ya no tengo sueño— apoyé mi cabeza en su pecho y dejé un beso allí.

—¿vamos a tomar desayuno?—preguntó.

—¿me puedes traer desayuno a la camita? Es que hace un poco de frío—.hice morritos y Vane aceptó, solo que me pidió que la dejara despertar bien —¿Has hablado con Malú?—pregunté en cuanto se sentó en la cama.

—si, me ha dicho que volvamos a Madrid porque quería comer hamburguesas y ensaladas con nosotras—.

—¿y si le dices que venga? No sé, dos días ¿pilar vive cerca de acá? — Vanesa estos últimos días se sentía sola, le hacía falta ver a sus amigas, pero lo que ella no sabía era que yo ya había dejado hace unas horas los mensajes correspondientes a sus amigas.

—a unas horas de acá. No sé, igual malú tiene a la niña, debe estar liada— se levantó de la cama y buscó su camiseta para ponérsela.

Mientras ella hacía el desayuno yo revisaba mi móvil, los mensajes llegaron de vuelta con una respuesta positiva así que mi chica tendría a sus amigas dos días por casa y a mi me parecía la idea más guay.

Vane a los minutos subió con una bandeja y la dejó en la cama, sacó las cosas que eran para cande y se fué a la otra habitación.

—¿Cómo voy a encontrar un caracol?— preguntó en cuanto volvió a entrar a la habitación.

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