Abu

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Emma

Podía ver la incomodidad en el rostro de Vanesa, pero al mismo tiempo veía como intentaba seguir con lo que hacía antes de que su madre llegara.
Me fui a sentar al sofá mientras cande y Vanesa seguían encajando piezas de la casa de muñecas a unos metros de mi.

—¿Quién la invitó?—preguntó Malú llegando a mi lado.

—definitivamente Vanesa no, mirale la cara—respondí entre risas.

—¿no te dijo nada?—.

—¿Quién? ¿Vanesa?—.ella asintió—nada, que no iba a arruinarle el día a Candela y que si van a resolver los problemas va a ser en otro momento, no ahora... Bueno, no me dijo eso pero eso pienso que harán—.

Malú decidió cambiar de tema mientras no despegaba su mirada de toñi, la madre de Vanesa quien estaba con Francis, Lourdes y mis padres, todos conversaban muy animados y yo solo podía pensar en como hacer que Vanesa cambiara de opinión sobre lo de hablar con su madre.

—¿lograron avanzar?— pregunté sentandome en el suelo junto a Vanesa y cande.

—algo llevamos, al menos ya está tomando forma de casa—respondió Vanesa riendo.

—vane dijo que si no encuentra las piezas de la casa, compra una lista— habló cande.

—todo hubiese sido más fácil si hubieses comprado la casa ya lista—dije mirando a Vanesa y luego me enfoqué en Cande — cariño, ¿vane te ha presentado a su madre?—.

Si alguien podría unir a Vanesa y su madre era Candela, la única mujer a quien Vanesa le hacía caso. Así que podría funcionar.

—no, mamá. Pero si saludé, vane dijo que su madre es como tú, doctoras—.

—vane, ¿por qué no vas a presentarlas? — pregunté mientras le dedicaba la mirada más angelical que podía, aunque el color del infierno en mi cabello dijera lo contrario.

—no, cande no quiere— vane respondió poniendo los ojos en blanco.

—si quiero, vane— regañó cande.

Y a Vanesa no le quedó más que ir hacia donde su madre junto a candela. Yo volví al sofá junto a Malú a mirar como procedía todo.

—si no termina la casa ardiendo creo que las cosas podrían funcionar— dijo Malú en cuanto vane se acercó a su madre.

—¿te cae mal?—

—como el culo—.se sinceró.

Vanesa

—cande tenía muchas ganas de conocerte— dije en cuanto me senté en el sofá en el que estaba toñi y dejaba a cande en mis piernas.— hace un tiempo me había preguntado como eras y le conté que también eres doctora, como Emma—.

Mi madre clavó sus ojos azules en mi y luego en candela y con una sonrisa se presentó ante la pequeña que tenía facciones idénticas a las de ella.

—me llamo Antonia, pero puedes decirme toñi— dijo mientras tomaba la mano de Candela— me han hablado muchísimo de ti—.

—yo cande... — se presentó mi niña con una sonrisa— Cande Martín. Vane dice que su mamá estaba muy ocupada con su trabajo y por eso no podíamos vernos—.La inocencia y fragilidad de los niños.

—¡qué nombre más hermoso! Y si, cariño, había estado un poco liada con mi trabajo pero ahora quiero recuperar el tiempo perdido— la última frase la dijo mirándome a mi y pude ver un poco de arrepentimiento en su mirada.

—¿te vas a quedar con nosotras en casa?— preguntó cande entusiasmada.

— no puedo quedarme hoy, hay mucha gente por casa y muchos invitados, tus abuelos deben quedarse también acá hoy. Pero mi casa queda muy cerca ¿quieres conocerla mañana?—.

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