Tuve que ir a casa, ducharme y cambiarme. Se suponía que Mingyu se encontraría con Benny Diallo y Niko Gann en el club de Benny, The Tombs, en Bourbon Street, pero no quería ir sin mí, así que en lugar de eso me siguió a casa. Y como Mingyu nunca viajó sin protección, tuve a Jeonghan, a Joshua y al resto de los guardias de Joshua subiendo las estrechas escaleras hasta mi apartamento.
Abrí la puerta principal que llevaba directamente a la sala, entré y Mingyu me siguió.
"Es un poco desordenado, pero ¿qué está pasando?", Pregunté tan pronto como noté que no me habían seguido.
Jeonghan se aclaró la garganta. "No podemos entrar hasta que nos invites".
Me volví para hacerle una pregunta a Mingyu, pero él se había ido,
ahora estaba en la cocina. "Sí, por supuesto", le dije a Jeonghan. "Vengan."
Los demás entraron rápidamente. Era un montón de altura y anchura en mi pequeño apartamento donde los hombres estaban preocupados. Todos los dreki varones de Mingyu medían más de seis pies y estaban construidos como linieros defensivos, a excepción de Joshua, que tenía más de una estructura de nadador. Las mujeres eran más variadas, una alta y ágil, otra baja y compacta, y otra más en el medio. Lo mismo en general fue que todos ellos parecían personas con las que no querías meterte. Tal vez fueron los trajes negros a medida.
Al entrar en la cocina, encontré a Mingyu caminando por el corto pasillo que llevaba al baño y luego a mi habitación.
"Estas son las habitaciones más pequeñas en las que he estado", comentó con asombro.
Me apoyé en el mostrador y lo observé mientras caminaba por mi apartamento hasta la puerta principal, giré, crucé la sala de estar otra vez, luego a la cocina, pasándome y volviendo a bajar por el pasillo.
"¿Qué está haciendo?" Le pregunté a Jeonghan.
"Nunca ha estado dentro de un apartamento", me informó.
"¿Qué quieres decir?"
"Quiero decir, el tuyo es el primer apartamento que ha visitado", reiteró Jeonghan. “Él es el príncipe de la noreia. Su madre es dueña de una isla en Grecia. Tiene su propia ala en la villa real de La Valeta.
"¿Y?"
"Y", repitió Jeonghan, "esto es modesto para él".
"Este es un espacio muy pequeño para él", repitió Joshua, tosiendo. "Por todos nosotros."
Yo empecé. "¿Estás hablando en serio?"
"Estoy seguro de que lo encuentra extraño y un poco claustrofóbico", explicó Jeonghan.
"Sabes", llamé por el pasillo a Mingyu cuando salía de mi habitación, "hay algunos lugares en el mundo que tienen microapartamentos que son, como, un total de ciento sesenta pies cuadrados. Esto sería un palacio en muchos países ".
La mirada en su rostro no tenía precio. Estaba completamente estupefacto.
"¿Qué? ¿Qué tan grandes son tus habitaciones en tu casa?
"Tu casa cabría dentro de mi armario".
Eso tenía que ser una exageración, para burlarse de mí, así que me acerqué y tomé su mano en la mía. "¿Entonces estás diciendo que no quieres mudarte aquí conmigo?"
"¡No!" Parecía horrorizado. "Quiero que te mudes conmigo".
Tomé aliento. Lo divertido se había vuelto serio rápidamente.
"¿Te asusté con eso?" Preguntó Mingyu. "Porque por la expresión de tu cara, voy a decir que lo hice".
"No, solo quiero escuchar lo que estás pensando".
