3. 𝙏𝙝𝙚 𝙘𝙧𝙖𝙯𝙮 𝙗𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧

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𝙊𝙝, 𝙙𝙖𝙧𝙡𝙞𝙣𝙜, 𝙖𝙡𝙡 𝙤𝙛 𝙩𝙝𝙚 𝙘𝙞𝙩𝙮 𝙡𝙞𝙜𝙝𝙩𝙨, 𝙉𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙨𝙝𝙞𝙣𝙚 𝙖𝙨 𝙗𝙧𝙞𝙜𝙝𝙩 𝙖𝙨 𝙮𝙤𝙪𝙧 𝙚𝙮𝙚𝙨.

(Recomiendo que pongan esta canción "Car's Outside" cuando lean, así les entra más sentimiento.)


(Antes de empezar quiero aclarar varias cosas, ya que siento que no he redactado muy bien los detalles. Eleven y Max ya fueron a ver a Billy en el capítulo anterior, aunque no lo haya mostrado. Así que vamos a pasar al momento en el que Will contará lo que pasó en el castillo Byers.)






Una pequeña luz que entraba por la ventana era todo lo que podía ver Raven en ese momento. No podía dormir, se sentía extrañamente fuera de su cuerpo, como si no le perteneciera a ella, como si algo intentara consumirla. Su mente repetía a cada segundo el angustiante dolor que la sombra causó en todo su cuerpo la noche anterior, especialmente en su cicatriz, torturándola. Nada se sentía real en esos momentos.

Giró lentamente su cuerpo y su mirada se enfocó en las notables pecas de la cara de Max, buscando algo de comodidad mientras sus ojos se perdían en su maravilloso rostro. Sus facciones marcadas y esos magníficos ojos azules que podía observar durante toda la eternidad. Pasó una de sus manos por su mejilla, apartando un pequeño mechón de su hermoso pelo que tapaba su rostro. El tacto de su mano provocó que un escalofrío recorriese la espalda de la pelirroja. Abrió lentamente sus ojos, la luz de la Luna brillaba como nunca y podía ver perfectamente como sus ojos conectaron inmediatamente con los de su novia, mientras veía como algunas lágrimas recorrían sus mejillas.

—Estás bien?— Susurró, con su voz ronca, aún con algo de sueño, mientras que sus manos pasaban por el rostro de Raven, secando sus lágrimas.
—Por qué estás llorando?

—Es que, te quiero mucho Max.— Sus manos agarraron suavemente las de ella, entrelazando sus dedos. —Te quiero muchísimo.

—Yo también te quiero.— Max miró como sus ojitos brillaban bajo la luz de la Luna, era la imagen más hermosa que había visto. Besó una de sus mejillas, mientras con su pulgar acariciaba su frente. —No llores más, estoy aquí.— Su rasgada voz provocaba muchas emociones en Raven. Todo en la pelirroja era perfecto en su punto de vista. No había ningún tipo de error en ella.

—Prométeme que pase lo que pase, estarás aquí conmigo.— Susurró Raven, viendo como su novia la miraba con algo de confusión, pero a la vez, con comprensión.

—Te prometo que estaré aquí contigo, pase lo que pase.— Juntó sus labios, fundiéndose en un tierno beso, mientras intentaban que Eleven no se despertara.

Max dirigió su mirada al reloj del pared, viendo como apenas eran las cuatro de la mañana, deduciendo que su novia no había dormido en todo ese lapso de tiempo.

—Raven, son las cuatro de la mañana, deberíamos volver a dormir.

—No tengo sueño.

—No quiero que estés cansada después. Hazme el favor y duerme un poco, por favor.

—No puedo dormir Max.— Vio como su novia la miraba con pena, mientras acariciaba su pelo con una de sus manos. Sus ojos azules brillaban como nunca por la luz de la Luna. Era como contemplar el mismísimo océano. Si por Raven fuera, se quedaría día y noche contemplándolos sin parar, porque para ella, el azul de sus ojos era una vía de escape de la realidad. —No puedo cerrar los ojos. No me siento bien, tengo miedo Max.

El corazón de la pelirroja se estrujó cuando vio la expresión de su novia, cansada y asustada. El desgaste emocional que Raven estaba teniendo le hacía sentirse fatal con ella misma por no saber como ayudarle.

𝙋𝙀𝙊𝙋𝙇𝙀 𝙒𝘼𝙏𝘾𝙃𝙄𝙉𝙂- 𝙈.𝙈𝙖𝙮𝙛𝙞𝙚𝙡𝙙Where stories live. Discover now