'Eres como las estrellas en mis noches frías y oscuras, brillantes e inquebrantables.'
En la década de los ochenta, Raven se preguntaba a cada segundo el por qué la vida podía llegar a ser tan cruel. El hecho de ser una buena o una mala persona no i...
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TW! MENCIÓN DE ATAQUE DE PÁNICO/ANSIEDAD
Lo único que Eleven veía era oscuridad. Llevaba mucho tiempo con la venda en los ojos, intentando encontrar aunque sea a alguno de las víctimas del Azotamentes. Fotos de Billy y de la familia de Heather reposaban en el suelo.
— Pasar tanto tiempo ahí dentro puede afectarle. — Mike daba vueltas por toda la habitación, algo histérico. Su ex novia llevaba más de una hora encerrada en la habitación, buscando a Billy sin descansar.
Max y Raven estaban sentadas una al lado de la otra, leyendo la misma revista. Las dos levantaron sus cabezas pesadamente, hartas de escuchar sus paranoias.
— Mike, tranquilízate un poco. — Dijo Max, apartando su mirada de la revista y clavándola en el chico. — Estará bien. —
— Y si se le daña la mente o algo?
— Hostia, eso puede pasar? — Preguntó Lucas, preocupado.
— Qué va, Mike no tiene ni idea de lo que habla. — Dijo Raven, intentando tranquilizar a su amigo.
— Ah, y tú si? — Respondió ofendido .
— No, tampoco tengo ni idea. Pero si se pudiera dañar el cerebro, no estaría haciendo esto Mike. Crees que le dejaríamos hacerlo? — Volvió a insistir Raven, viendo como Mike se destensaba y se paraba a pensar. — Nos importa Eleven tanto como a ti. —
Mientras tanto, Nancy llamaba a distintos tipos de tiendas en las que vendieran cualquier tipo de producto químico, intentando averiguar si los esclavos del Azotamentes se habían apoderado de todos.
— Solo quería saber si había desaparecido algo más. — Dijo, dejando salir un suspiro. Estaba totalmente exhausta. — Gracias, perdón por molestarles. — Colgó el teléfono con brusquedad. —Siguiente. —
— No hay más. — Dijo Jonathan. — A menos que quieras empezar a llamar gente al azar.
— Esto no tiene ningún sentido. — Dijo llevándose las manos a la cara, intentando calmar los nervios.
— Algo de esto lo tiene? —
— Siguen un patrón, tienen un comportamiento determinado. — Explicaba, mientras los hermanos Byers escuchaban con atención. — Se alimentaban de productos químicos, y ahora han parado de repente? Sin más? —
