Capitulo 59.

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El recorrido era largo, el cielo aún era azul, las nubes le daban el tono perfecto para ser un verano sin sentido, el aire rozaba sus mejillas mientras mantenía una vista fija al conducir.

Después de algunas horas llegó a su destino, dejó el automóvil estacionado, miró el volante recargandose sobre el, suspiro tan pesado que deseaba arrancar e irse de ese lugar.

Se miró en el reflejo del espejo tomando su coraje y enterrando ese dolor que le impedía tener unas vacaciones tranquilas, bajo del automóvil con sus maletas caminando hacia la recepción, la señorita la atendió amablemente, una vez que dio el nombre la señorita de inmediato la dirigió a la lancha que la llevaría directo hacia la cabaña en la que alguna vez fue feliz.

El sol comenzó a esconderse, el cielo se comenzaba a pintar de tonos naranjos, las nubes habían desaparecido, era un atardecer hermoso.

Aquel hombre que la llevó a su destino dejó las maletas en su habitación.

-Señorita le gustaría un recorrido de la cabaña?
Pregunto amable después de haber dejado su equipaje.

-Gracias estoy bien así, solo deseo caminar.

El hombre se obstuvo a insistirle así que se retiro al momento dejando a aquella mujer de cabellos rubios sola con un atardecer a plena vista.

Higuchi se quito los lentes de sol y comenzó a caminar por la arena, mientras miraba el atardecer.

**

Estaba de pie frente al mar, miraba el atardecer esconderse sobre las tranquilas olas, respiraba el aire del mar salado encontrando paz en sus interior, mantenía sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, miraba el mar en calma dejando su mente viajar al pasado.

Sonrió mirando el cielo pintarse de tonos rojizos, era un color que le hacia rocordar aquellos rubíes brillantes que le miraban con adoración, comenzó a caminar por la orilla del mar mientras respiraba pesadamente.

Su andar se detuvo, el tiempo se detuvo, el atardecer se volvió eterno pues aquellos rayos de luz iluminaron su camino, el aroma había cambiado, podía respirar el dulce y empalagoso aroma que estaba de pie frente a sus ojos.

Quedándose inmóvil no dijo ni una sola palabra más que admirar lo que sus ojos captaban.

**

Su andar se detuvo, sus ojos no podían asimilar lo que miraban, el aroma fuerte que se impregnaba en el aire le erizaba la piel, el atardecer y ese momento se volvio eterno, se podía oír el sonido del mar en calma y dos miradas que no paraban se mirarse...

Sus manos se estiraron buscando el contacto físico, querían confirmar que lo que sus ojos miraban no era una simple ilusión, sus dedos hicieron el primer contacto sintiendo la piel del otro, sus manos decidieron por tomarse por completo, encontrando tantos sentimientos que no dudaron en acercarse aún más hasta sentir su respiración cerca.

Acarició su rostro con las yemas de sus dedos mirando esos ojos tan  profundos que se volvían su delirio.
Tomaron sus mejillas, perdiéndose en  fuego que había en su mirada, un fuego que ni con toda el agua del mar. Podría apagarse.

Sus instintos hablaron por si solos dejandose llevar como un perro hambriento, tomándola en sus brazos sin importarle nada la llevó directo hacia la habitación.

El frío de sus corazones había desparecido al igual que el cansancio y las pocas fuerzas que les quedaban,  el calor del verano invadía en sus corazones al igual que la fuerza y energía de un niño en pleno desarrollo.

ULTRAVIOLENCE [Akutagawa x Higuchi]Where stories live. Discover now