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Y con la llegada de mis padres, todo cambiaba, era la perfecta líder, tomaba directamente el liderazgo, podía tomarlo cuando quisiera, pero mis padres estaban vivos.

— Mikey.

— Kyomi, has cambiado.

— Dos años, los veinte no son por nada, asique empezaremos, ¿qué quieres que haga?

— Habrá una pelea, ocurrirá luego de eso.

— Entiendo, en ese caso, te ayudaré un poco, algo de ventaja para asegurar las cosas, no está demás hacerlo, tendrás a cien hombres mañana por la mañana, sólo dame la dirección e irán, si te traicionan, sólo dímelo, me haré cargo.

— Ya hay alguien que se hace cargo de los traidores.

— ¿Los mata? – lo vi por un momento y asintió – quiero a ese chico, aun no puedo tomar el poder total de esto, luego de la pelea mándamelo, a cambio te llegará una caja de dorayakis, recién hechos.

— Es un trato.

— Y para Kokonoi, hay un comerciante, vive en los límites de Shibuya, dile que vas de mi parte, les ayudará con los uniformes, a la mitad de precio.

Los vi irse, lastimosamente debía conocer a quienes serían parte, era un requisito, para ello, salí a verlos, un día después de la pelea, eran nuevas personas, sería la definitiva, y no estaría mal ir por adelantado, conocía a Mikey, y gracias a Kokonoi, me había tatuado el sello de Hanafuda junto a un toque mío, eso iba en medio de mis pechos.

— Mikey.

— Ella es Kyomi Sango, deben conocerla, es quien hará crecer esto, más de lo que ya es.

— Un gusto chicos, una mirada, una palabra morbosa o incluso un toque, y ni siquiera Mikey será capaz de impedir que los asesine, eso es todo, en todo caso, quiero al chico.

— Siempre tan adelantada – reí un poco para acercarle una catana, era de familia – bien, Sanzu, ayudarás a Kyomi en algo, ella te lo dirá, partes en este momento.

— Kokonoi, ven mañana, por la tarde, te daré lo necesario para expandir el territorio.

— Si...

— Rindou, te has puesto muy guapo, nos vemos – reí un poco mientras salía, y Ran se quejaba.

Eso era fácil, muy fácil para alguien como yo, en el camino le platiqué a Sanzu de cada miembro en la familia, sin ellos, tomaría el poder de todo, pero claro, como lo supuse, el chico ya estaba loco, asique tuve que darle una droga que saldría, era una nueva, de un no sé que nombre, no me interesa aprendérmela. 

Fragil - Ran HaitaniWhere stories live. Discover now