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Tal y como Jimin había puesto en Twitter, Jungkook había arrastrado a su madre a la cocina antes de que siguiera mezclando anécdotas de sus hijos y acabara contando una suya sin querer. O peor, que Jimin pensara que las penosas anécdotas de Junghyun eran suyas.

-Mamá, ¿puedes dejar de contar anécdotas de Junghyun, por favor? -dijo Jungkook, siendo directo como siempre.- El de la mantita hasta los 10 fue él, no yo.

-¿En serio? Uy, pues estaba convencida de que te había pasado a ti. Perdona, cielo.

-Pero, de todos modos, ¿¡por qué le cuentas eso!? -dijo Jungkook, bastante avergonzado.

-Él me dijo si le podía decir algo de ti, preferiblemente de cuando eras un niño. Al parecer no os conocéis mucho.

-Yo lo mato... -dijo Jungkook, aunque luego al ver a Jimin saludar con una sonrisa desde la mesa se le fue la idea de la cabeza.- Bueno, pues no le cuentes nada más.

-Pobrecito, sé que él pasó vergüenza ayer cuando te quedaste a dormir en su casa. -dijo su madre, haciendo que Jungkook viera por dónde iban los tiros.- Dato que yo no sabía y que me habría gustado saber, pero ese es otro tema.

-Vale... Puedes contarle el episodio con la omega aquella y el de la casa del árbol en Busan. Creo que son los más vergonzosos que se me ocurren, puedes decirle esos. Pero primero, la comida.

-Ni siquiera sé qué queréis comer.

-Haz arroz con kimchi y estofado de cerdo, con eso es suficiente. -dijo Jungkook, mirando de reojo a Jimin. Y haciendo que su madre le mirara con una sonrisa de complicidad.- No me mires así, suele ser lo que come en la cafetería del insti.

-No digo nada. Pero yo sabía que, en el fondo, eres buen chico. -dijo la señora Jeon, dándole un beso en la mejilla a su hijo.- Y ahora, vete de mi cocina y hazle compañía a Jiminie.

-Estas confianzas con Jimin no me gustan, me hacen arrepentirme de dejarte invitarle a la cena del sábado.

-No me dejas, yo te obligo a que lo traigas que por algo soy tu madre. -dijo la señora Jeon, haciendo que Jungkook abandonara la cocina riéndose.

-¿Todo bien? -dijo Jimin, mientras Jungkook dejaba de reír tanto y se sentaba frente al omega.

-Nada, cosas de mi madre. -dijo Jungkook con una sonrisa.- Quiero aclarar que esa anécdota de la manta es de mi hermano, no mía.

-Lo he visto en Twitter. Y a tu hermano puteándote un poco también, por exponerle.

-Suele pasar, ya no me afecta. -dijo Jungkook, haciendo que Jimin se riera.- He pedido arroz con kimchi y estofado de cerdo, espero que no te importe.

-Son mis platos favoritos. -dijo Jimin sorprendido.- ¿Tú sabías eso?

-Puede que tu madre me diera la pista. -mintió Jungkook.- Aunque te prometo que, si hay próxima vez, preguntaré primero.

-Si hay próxima vez, elegiré por ti. -dijo Jimin, antes de que los dos se echaran a reír.- Que seguramente será mañana, he reservado una mesa para dos porque quiero comer con Taehyung. Pero puede que elija a Junghyun antes que a mí y me deje plantado por tercera vez.

-Si eso pasa, avísame y le robo a Junghyun para que coma contigo. Tienes mi número, después de todo.

-No hace falta, la compañía que tengo ahora no está tampoco tan mal. -dijo Jimin, haciendo que Jungkook se atragantara y empezara a toser completamente sonrojado.- ¿Estás bien?

-¡Sí! Sí, estoy bien. Es solo que ha parecido que me invitabas a comer mañana también.

-¿Solo lo ha parecido? -preguntó Jimin, haciendo que Jungkook se quedara boquiabierto.- Pero, tranquilo, seguramente Taehyung cumple su palabra y comemos juntos. Te librarás de mí un rato.

-Sí... -dijo Jungkook.- Pero yo tampoco lo llamaría "librarme de ti", sería más bien "descanso temporal". Tú mismo lo has dicho, la compañía no está tan mal.

Jimin se sonrojó un poco cuando escuchó las palabras de Jungkook, y no pudo evitar soltar una risita nerviosa después de evitar la mirada. Por suerte para Jimin, la señora Jeon apareció con unos refrescos.

-He pensado que tendríais sed. -dijo la señora Jeon, antes de que su hijo le agradeciera.- Sobre todo tú, no queremos que te pase como aquella vez en la casa del árbol.

-¿Qué pasó en la casa del árbol? -dijo Jimin, con gran curiosidad.

-Que el muy idiota se fue sin una sola gota de agua. Me asaltó la nevera para pasar todo un día en soledad y se olvidó de llevar agua. Su padre se lo encontró al borde de la deshidratación y fueron al hospital. Y Jungkook realmente odia los hospitales, conque ya te imaginarás lo que lloró queriendo irse.

-¡MAMÁ! -dijo Jungkook, fingiendo molestia.

Jimin se echó a reír como nunca y Jungkook no pudo evitar sonreír al ver que el omega se lo estaba pasando bien. Sobre todo, cuando su lobo empezó a crear un pequeño caos en su interior y Jungkook estuvo seguro de una cosa: le daba gracias a su lobo porque fuera Jimin.

-¿Jungkook? -le llamó Jimin, haciendo que Jungkook saliera de sus pensamientos.

-¿Decías algo? -preguntó Jungkook confundido.

-Te estaba preguntando si esta anécdota también era de Junghyun o esta vez sí era tuya. -rio Jimin.- ¿Estás bien?

-Sí, solo estaba pensando en una cosa. No tiene importancia, en serio. En cuanto a tu pregunta... Sí, esta vez sí era mía.

-Eras un niño muy travieso, Kook. -rio Jimin.- Y lo sigues siendo, dudo que alguien tranquilo pueda ser capaz de hacer lo que hacías para putearme estos dos últimos cursos.

-No tienes idea de cuán travieso puedo llegar a ser, Jiminie. Pero tal vez te lo demuestre algún día. -dijo Jungkook, guiñándole un ojo antes de dar un sorbo a su refresco.

Jimin se sonrojó como un tomate porque sabía que aquella frase, aunque fuera Jungkook quien la había dicho, podía ser malinterpretada. Sobre todo, por la sonrisa del alfa. Pero él no se lo iba a dejar tan fácil. Así que, con su mejor sonrisa, se inclinó un poco hacia el alfa con los codos sobre la mesa y le siguió el juego.

-Me encantaría, alfa. -dijo Jimin, antes de imitar su acción.

Y Jungkook volvió a atragantarse, esta vez con el refresco, ante la atenta mirada de picardía de Jimin. Quien simplemente empezó a beber de su refresco como sí él no tuviera nada que ver con eso.

-Parece que estás enfermo o algo, no dejas de toser. -dijo inocentemente Jimin, haciendo que Jungkook se quedara boquiabierto.- ¿Qué?

-Tú, pequeño demonio con disfraz de ángel...

-No sabía que me veías como un ángel. -le interrumpió Jimin.- Gracias por el cumplido.

-Esta te la guardo. -dijo Jungkook, antes de que su madre les sirviera la comida mientras Jimin se reía.

-¿Qué pasa? ¿Te ha contado alguna anécdota sin mí?

-Creo que le deja el honor a usted, Jihyu. -reía Jimin.- Estoy seguro de que tiene las mejores anécdotas de mini Kook.

-Mamá, no. -dijo Jungkook, al ver la sonrisa de su madre.

-¿Te he contado la vez que Jungkook le vomitó a una omega que quería darle un beso? -dijo la señora Jeon, mientras Jungkook quería que se lo tragara la tierra y Jimin sonreía para después reírse.

Pero a Jungkook no le importaba sufrir un poco si el resultado era la sonrisa de Jimin. Aunque eso no se lo diría a nadie.

Both worlds [Kookmin Au]Место, где живут истории. Откройте их для себя