¡ASÍ LO HACEN LOS HÉROES PROFESIONALES!

* CAPÍTULO 11 *

Artemisa despertó, un fuerte dolor de cabeza la inundó por un momento. El vértigo inexplicable se apoderó de su estabilidad corporal, maldiciendo al no poder mantenerse estable cuando había intentado levantarse. Había caído, terminando de caer de un sentón.

- Agh, maldición. - se quejó. Miró a su alrededor, encontrándose con un izuku inconsciente en el suelo. De inmediato le socorrió tan pronto como había reconocido que efectivamente era el. - todo poderoso, todo poderoso. - la chica se arrastró, hasta alcanzar la parte superior del cuerpo de su compañero, dejando que la cabeza de izuku reposara en su regazo. - por dios, izuku. Despierta. Ella dijo, viendo lo extraño que era todo este blanco que se extendía por todos lados. Dicho blanco era perteneciente de la nieve que los rodeaba, al parecer extendiéndose por todos lados. - vamos papasito, despierta. - ella le pidió.

Golpeando el casco algo agrietado del chico, permaneció realizando esa acción durante un minutos antes de recibir respuesta a sus acciones. Izuku lento pero seguro, abrió sus ojos con pesadez, cansancio reflejándose desde sus ojos. Izuku parpadeó unos cuantos segundos antes de captar en mejor medida la silueta de una alterada artemisa. De inmediato de trató de componerse, pero le fue imposible.

- Yo, artemisa. ¿Qué, que pasó? - izuku alcanzó a decir antes de acudir a la IA del traje, evaluar su condición. La lucha en la que se había enfrascado fue tal que tuvo que disponer de todo el poder que podía disponer para mantenerse luchado hasta el punto en que había sido obligado a utilizar su Electroquinesis. Ningún villano que había enfrentado en esta dimensión lo había obligado a utilizar electricidad de manera ofensiva. Una de las razones fue que kaldur tendía a manipular la electricidad en sus misiones, así que no era necesario una sobreutilidad. Además, la falsa telequinesis era mas que suficiente hasta el momento. Artemisa dejó escapar un suspiro de alivio cuando izuku le había contestado, ya que no sabia que hacer en medio de la nada, aparentemente atrapada en medio de la nieve.

- Gracias a dios. Pensé por un momento que tendría que arrastrarte. - ella dijo, dejando escapar una risita, ayudando a izuku a levantarse.

- Puedes estar segura de que no será necesario. - izuku contestó, mientras sacaba una barra nutricional de uno de sus bolsos. - solo estoy un poco cansado. Y hambriento. - dijo mientras miraba todo a su alrededor.

- Extraño, lo sé. Ese toro alienígena de alguna manera nos lanzó a un lugar desconocido. ¿esto es el polo norte o algo así? - artemisa preguntó.

Izuku observó la IA de su traje, pudo ver que la computadora no lo pudo reconocer ni relacionar con nada. Sin mencionar que no tenían señal de ninguna clase.

- Esto no parece ser el polo norte. De hecho, no parece ser la tierra. - izuku confesó, sorprendiendo a la chica.

- A que te refieres. - ella preguntó. Mirando mas allá, izuku pudo notar gracias a one for all que a lo lejos se podía divisar una especie de muralla alta.

- Quiero decir que no estamos en la tierra, artemisa. De alguna manera terminamos varados en algún planeta de la constelación masiva. - izuku explicó, confundiendo a la chica.

- ¿Constelación masiva? - ella preguntó.

- Es una constelación colosal rodeado por una barrera de energía cósmica. De alguna manera la energía cósmica produce alteraciones en esa constelación, y puede generar portales que conducen a cualquier planeta o sistema solar dentro de aquella constelación. Te desmayaste durante la lucha con el linterna rojo, el me atrapó y nos arrastró hacia la constelación masivo. Lo ultimo que recuerdo es estar en el espacio y luego aparecer en la atmosfera media de un planeta completamente blanco. Me estrellé y terminé inconsciente. Por suerte mi falso campo de fuerza nos había salvado. - izuku explico, mientras golpeaba un botón seguro en su casco. Artemisa respiró hondo, evitando el pánico, al menos un poco.