Capítulo 4

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Saber que Severus sigue de nuestro lado es una gran calada de esperanza, y saber que tiene a Hermione lo es más. Sé que es aliado, pues tras la derrota a todos nos quitaron las baritas y las destruyeron, si él tiene la de Hermione eso quiere decir que la está cuidando, Severus y Her se volvieron cercanos durante la Guerra, ya que estuvo entrenando mucho en pociones para ser más fuerte y él la estuvo ayudando. Severus fue un padre para mí durante la Guerra y mi estancia en Hogwarts, fue difícil afrontar en su momento que era parte las filas de Voldemort, pero al revelar sus verdaderas intenciones la cosa pinto mejor.

Desde su visita Voldemort ha estado a raya conmigo, no me ha dirigido la palabra y me ha estado ignorando, sinceramente eso me gusta, puedo tener un poco de paz. No he dejado de pensar en lo que ocurrió esa noche, un escalofrío me atraviesa de solo recordarlo, odio tener ese recuerdo como algo placentero, me violo, ese monstruo me uso a su antojo y yo disfrute todo eso. Deja de recriminarte, Atria, eso está fuera de tu control, me hablo a mí misma, no debo ser tan dura conmigo, pero odio saber que lo disfruto, odio tan siquiera recordarlo.

Camino por la mansión y bajo al jardín, Voldemort me empezó a dejar salir al jardín desde hace dos días, pero siempre debo estar acompañada de un elfo doméstico, no planeo nada, pues no quiero que los lastime, sé que cualquier cosa que haga que no sea de su agrado lo tomara como excusa para castigarlos y así castigar me a mí, eso hacía cuando se dio cuenta lo mucho que me importaba que ellos estuvieran bien. Él aprovecha cualquier debilidad, aunque sea mínima, y la explota al máximo, por eso Harry tenía miedo de tener a alguien, admito que al principio creí que era un poco exagerado, no me imaginaba la magnitud de lo que él era capaz.

En el Jardín se siente un ambiente agradable, no había hecho conciencia de que en Irlanda no está así el clima en estas épocas del año, pero tiene sentido que ponga así el clima, si no sería imposible que usara vestidos sin alguna clase de protección abajo, el frío no me mataría, por lo menos sé que es un poco consciente de eso, no sé si llamarlo consideración, me choca tanto usar una expresión de esas con alguien como él; se siente extraño, simplemente es imposible de creer que él pueda serlo, suena como una locura.

Me quedo sentada en el césped mientras veo como las nubes cubren al sol haciendo que este no puede iluminar en todo su esplendor, estas se mueven lento en el cielo, con calma y generando cierta paz. Es tranquilo estar aquí, es agradable, lo debo admitir. Diría que el jardín es el único lugar donde me puedo sentir ligeramente segura y en calma, nunca me ha atacado en él, suele limitarse a verme deambular por él en silencio.

— Atria — Su voz suena a mis espaldas, me giro y lo miro. Sus ojos me confunden, en su mirada no reconozca la habitual frialdad que lo caracteriza, parece preocupado. — Atria, mi Atria — se acerca a mí, pero me alejo por impulso. Él se queda quieto y solo me mira, en sus ojos solo hay una extraña mezcla de desesperación y rabia. Desvía la mirada, da media vuelta, se queda quieto unos segundos y al final se va. Eso... fue extraño. Nunca lo había visto así, parecía otra persona, siempre parece tan en calma, totalmente controlado y sin sentimientos, ¿Qué lo habrá puesto así?

Me quedo un rato más en el jardín y decido entrar, los cuadros me observan y murmuran cosas, definitivamente algo raro paso, pero ¿Qué? ¿Qué habrá sido tan importante que lo pusiera así? Inmediatamente, pienso en la Orden, ¿será algún golpe que hayan hecho los miembros de la orden que quedan? ¿Habrá venido a mí en busca de consuelo? Qué iluso si cree que se lo daría, jamás, de los jamases haría tal cosa, hombres como él no merecen la más mínima piedad.

Camino por la mansión y escucho ruidos al fondo del pasillo, decido no seguir y buscar otro camino para llegar a la habitación, pero noto que los ruidos salen del cuarto, de repente la puerta se abre y por ella sale Voldemort el cual camina directamente hacia mí con furia. Trato de huir, pero él es más rápido y me acorrala contra una pared.

Luz y Sombra (Tom Riddle) +18Où les histoires vivent. Découvrez maintenant