Extra 9

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Quiero que sepan que estos capítulos que estoy publicando son extras de Ross y ángel si se hubieran conocido en todas las formas que pensé que lo harían.

No cambia el libro.

Ross.

_¿Que estás haciendo?.

_Yo... Solo...

Me bajo de la pequeña silla en la que estoy subida, siento una vergüenza terrible por qué estaba intentando ver el partido de fútbol desde aquí.

No tenía el dinero suficiente para comprar el boleto y cuando lo compré no me dejaron pasar, es una tortura.

_¿Estás robando?.

Me volteo de golpe enfrentando la realidad, un chico alto está parado en traje detrás de mi.

_No robo, solo trataba... De ver el partido_Digo en un leve susurro para que no escuche lo avergonzada que estoy.

_¿Que dijiste?.

_Necesito ayuda.

_¿Con que?.

Se mete las manos en los bolsillos.

_Quiero ver el partido y no me dejaron entrar.

_Lo siento, no ayudo a los ladrones.

_No soy una ladrona.

_Yo creo que si.

_Que no.

_Un verdadero ladrón no enfrenta las realidades y tú acabaste de decir que lo eras.

_Nunca lo dije.

_¿Que no lo dijiste?.

_No! Nunca.

_Yo escuché que si.

_¿Me vas a ayudar o no?.

_Te dije que no ayudo a los ladrones.

_Que no soy una ladrona.

_¿Que llevas en el bolso?.

_No te interesa.

_Creo que debería de llamar a los de seguridad.

_Por favor no lo hagas.

_No que no habías robado nada?.

_No robé nada.

_Te ayudaré.

_Gracias a Dios.

_Si aceptas que eres una ladrona.

_Nunca haría eso.

_Entonces no te ayudo.

Se da la vuelta e inmediatamente lo llamo.

_Por favor no hay otra forma de que me ayudes.

_Ya te dije que no ayudo a los ladrones.

_Esta bien!_ exploto_ Soy una ladrona_ no puedo creer que en verdad dijera eso.

_¿Que robaste?.

_¿Es enserio?.

Se encoje de hombros.

_No robe nada.

_Yo creo que en ese bolso guardas mi corazón, me lo acabas de robar.

Mi cara se pone roja en un instante.

_¿Te acompaño al partido?.

_Si me ven contigo no me dejaran entrar.

_Entonces podemos ir a otro lado.

_¿A dónde iría yo con un extraño?.

_No lo sé.

_¿No tengo otra opción?.

_Llamare a los de seguridad y les diré que me robaste.

_Esta bien pero como no sabré si me matarás.

_¿No crees que ya lo hubiera hecho?_ estabas sola en un callejón, mides 1.59 y querías volarte del otro lado para ver un partido, con solo un girón de cuello listo.

_Mido 1.60.

_Como digas, Pitufina.

_Ire contigo a dónde sea, pero no me digas Pitufina.

_Esta bien Pitufina.

Estoy corriendo el riesgo de que me violen y me lancen a un acantilado pero no, camino al lado de un completo extraño vestido de traje y aparte tiene un Ferrari como coche.

Así fue como conocí a ángel, quién diría que nos conocimos en un callejón y ya estamos casados, desde ese día surgió una muy linda amistad y creo que me enamoré de un extraño desde el primer instante en qué lo vi.

Mi Rey De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora