𝒀𝒖𝒈𝒆𝒏 /𝒃𝒏𝒉𝒂 𝑿 𝑴𝒂𝒍𝒆 𝑶𝒄/

Cap 40

- y Zuzu? - le pregunto a la peli rosa, buscando con la mirada a el peli verde entre toda su clase sin éxito.

- Midoriya fue a comprar una cuerda. - informo. - la necesitábamos para su parte con Aoyama.

Mina lo observó sonriendo con emosion.

- se reconciliaron, verdad? - cuestiono alzando y bajando la cejas. - y? Que son ahora?

- amigos. - dijo burlon. - por el momento, sólo amigos.

Mina realizó un mohín.

- ustedes si que se toman su tiempo. - exagero. - por favor, comienzan a salir antes de que el tercer año de Ua termine.

- quién sabe, quizás necesitemos incluso más tiempo. - bromeó dándole un empujónsito juguetón mientras pasaba por su lado.

- no me digas eso, siento que voy a desmayarme. - dramatizo divertida.

El pelimorado rodó los ojos, siguiendo por varios minutos con sus actividades.

Luego, comenzó a sentir dolor en algunas partes de el cuerpo al igual que en su cabeza. Sentía un murmullo lejano, algo así como dos personas hablando durante una pelea.

- me estás jodiendo...? - se preguntó incrédulo.

- Mina, vuelvo en un minuto! - exclamo saliendo con rapidez de el lugar asignado para su clase durante el festival.

- espera Yuzuru! - reclamo. - más te vale que llegues a tiempo porque te mato!

- lo prometo! - aseguro saliendo a toda prisa.

Ni bien estubo fuera de el lugar activo su poder y comenzó a correr más rápido de lo usual hacia el lugar de el cual provenía su fuente de preocupación.

Un bosque a no tanta distancia de Ua.

Busco con su mirada a él peli verde hasta encontrarlo. Frunció el ceño, observando desde su lugar a él chico.

El era fuerte, por lo que realmente lo que lo había traído ahi no había sido el relacionarlo con debilidad, sino sus sentimientos al respecto de esa pelea.

Algo le preocupaba y angustiaba, y quería evitar ese algo a toda costa.

Escucho atentamente la conversación de ambos, y decidió no intervenir en esa pelea por más preocupado que estuviera.

Izuku podía con el, el tenía el extraño poder de llegar a el corazón de las personas incluso si tenía que hacerlo a los golpes. Esa era un habilidad que el no tenía, o tal vez aún no sabía cómo hacerlo.

Gentle, por lo que había escuchado, a sus ojos resultaba ser un hombre con sueños frustrados y mucha presión social. Era un rechazado, por decirlo de laguna manera. Sus intenciones habían sido buenas, pero al no ver frutos con ellas, cambió de camino.

La Brava, su compañera, se dejaba llevar por el amor. El amor que sentía hacia Gentle era lo que la impulsaba a hacer lo que hacía, era su motor.

La entendía de cierta forma, eso de hacer todo por amor aplicaba bastante bien en su lógica.

Moriría por amor, salvaría y mataría, haría cualquier cosa.

Ellos tenían potencial, pero no habían sabido guiarse mutuamente por el buen camino.

Izuku estaba luchando para que Eri sonriera, para poder devolverle una sonrisa que perdió hace mucho tiempo a una niña inocente. Ambas partes tenían razones válidas para estar ahí, por eso, no los interrumpió y no lo haría si no era necesario.