Blue (Jenlisa)

Capítulo 1

Jennie saltó fuera, sintiendo el sol caliente del verano que caía sobre su piel. Vio un destello de cabello castaño y felizmente corrió hacia la mujer en el jardín, dejando su vestido fluir libremente a sus espaldas.

—¡Boo!

La mujer saltó, causando que Jennie se riera y se dejara caer al suelo a su lado.

—Oye, boba, me has dado un susto de muerte—su tía se echó a reír, mientras alborotaba el cabello de Jennie—¿Qué pasa?

—Tío Mino me dijo que dejara de molestarlo, así que vine aquí—Jennie se encogió de hombros y se inclinó para mirar lo que su tía estaba haciendo—¿Esas son rosas?

—Tulipanes—su tía le corrigió, sin dejar de utilizar la pequeña pala para cavar pequeños agujeros en el jardín—No le hagas caso. No es más que un gruñón—añadió, dándole a Jennie una suave sonrisa.

—Lo sé—Jennie sonrió ampliamente—Yo solo trato de ser amable con él, porque si eres amable con la gente, entonces no tienen nada en contra de ti, ¿cierto?

—Cierto—la mujer castaña asintió, arrugando la nariz—¿Cómo te hiciste tan inteligente, niña?

—Tú—Jennie se rió, arrastrándose hacia adelante y ayudando a aplanar la tierra alrededor de los tulipanes que justo había plantado—Y mis padres, cuando estaban vivos, por lo menos.

—Hablas mucho de ellos, ¿sí?—la tía Bae detuvo sus movimientos y miró a Jennie. Confundida, la niña más pequeña solo asintió.

—¿Eso es malo?—Jennie preguntó, inclinando su cabeza hacia un lado. Le gustaba hablar acerca de sus padres. Cuanto más hablaba de ellos, era más fácil recordarlos. La última cosa que ella quería era olvidarlos.

—Claro que no—su tía se rió suavemente—Solo estoy sorprendida.

—Me gusta hablar sobre ellos—Jennie se encogió de hombros y estudió las flores con atención—Eran buenas personas. Se merecen que hablen de ellos. No creo que quieran ser olvidados, ¿verdad?

—Eres demasiado lista para tu propio bien, niña—la mujer castaña sonrió suavemente y apretó el hombro de Jennie—Estoy muy orgullosa de la persona en la que te estás convirtiendo, ¿lo sabias?

Jennie rió tímidamente y miró hacia abajo, sacudiendo su cabeza.

—¿Lo estás?—preguntó, mirando hacia arriba de nuevo.

—Por supuesto que lo estoy—la mujer rió, poniendo su atención lejos del jardín—No solo eres el tipo de chica que se sienta y acepta ciegamente lo que la gente le dice. Tú preguntas cosas. Tú ves cosas y las interpretas. Eres hermosamente extraordinaria, Jennie.

La niña más pequeña sonrió tímidamente y entrelazó sus manos juntas.

—Me alegra que tenga que quedarme con ustedes—dijo suavemente.

—No te estás quedando con nosotros, Jennie. Solo estás con nosotros. No es una cosa temporal. Somos una familia ahora, ¿de acuerdo?

—Bueno—Jennie asintió suavemente, arrastrándose hacia ella y envolviendo los brazos alrededor de su tía—Gracias.

—No necesitas agradecerme—la mujer mayor rió suavemente, alborotando el cabello de Jennie—Ahora ve adentro y agarra tu guión, ¿está bien? Practicaremos una vez más para la obra antes de que la cena este lista. Espero que seas el mejor árbol número dos que tu escuela haya visto.