Blue (Jenlisa)

Capítulo 10

—¿Crees que Hyuna estará allí hoy?—preguntó Jennie, apresurándose para alcanzar a Lisa mientras se iban camino hacia la entrada del edificio de la escuela. Ahora era la primera semana de febrero, y las cosas habían estado funcionando bastante bien para ellas.

Con la excepción de la creciente amistad de Jennie y Hyuna.

—Ella siempre está ahí—Lisa se encogió de hombros. No podía contenerse de estar celosa. Lisa estaba muy consciente de que no podía tener a Jennie para ella sola. Pero también tenía miedo de que Jennie podría sustituirla fácilmente.

—Oh—Jennie se rió, encontrando la mano de Lisa y pateando una piedra mientras caminaban—Ella me agrada. Es graciosa.

—Lo sé. Ya me lo dijiste—Lisa murmuró, empujando las grandes puertas del edificio. Jennie se confundió por su repentino cambio de estado de ánimo, pero rápidamente se apresuró a seguirla hacia el salón.

—¡Hey, Jennie!—uno de los chicos saludó. Jennie sonrió y caminó hacia él, golpeando su puño y haciendo un sonido de explosión. En las clases que había estado presente, se las había arreglado de alguna manera para hacer amigos con casi todos los estudiantes en la sala. Lisa observó con amargura durante unos momentos.

En cierto modo, la chica de ojos mieles estaba orgullosa de que Jennie estuviera liberándose. Y era seguro que estaba feliz de que Jennie estaba haciendo progresos. Pero con su progreso llegaron a Lisa preocupaciones. Deseó que fuera más fácil para ella proteger a Jennie. Pero ahora, la chica más pequeña necesitaba su libertad.

Jennie saludó a un grupo de estudiantes antes de escanear rápidamente la habitación y correr de nuevo a lado de Lisa.

—¿Qué estás pintando?—preguntó Jennie, tirando de un taburete junto a Lisa. La chica de ojos mieles estaba mirando distraídamente un lienzo en blanco.

—No lo sé todavía—Lisa se encogió de hombros, mirando hacia abajo en la paleta de pinturas en su mano—¿Qué debería de pintar?

—Hmm—Jennie se inclinó hacia adelante y apoyó la barbilla en el hombro de Lisa para que pudiera estudiar el lienzo de cerca—Pinta un tigre.

—¿Un tigre?—Lisa levantó una ceja—No sé cómo...

—Puedes hacerlo—Jennie sonrió y besó la mejilla de Lisa. Lisa suspiró y sacudió la cabeza.

—Solo para ti—le susurró en voz baja, sabiendo que no podía resistirse a la chica más pequeña. Jennie juntó sus manos y sonrió ampliamente.

—Te amo—dijo, inclinándose y besando la mejilla de Lisa antes de desaparecer por la habitación. Lisa se mordió el labio, mirando hacia sus pinturas y luego a la lona.

Mientras tanto, Jennie sonreía mientras se dirigía a la mesa de Hyuna. La chica parecía estar concentrada en algo, así que Jennie en silencio sacó un taburete a su lado. Miró por un minuto o dos, tirando de su característico beanie.

—Jennie, mira—Dawn tomó un gran trozo de arcilla, sosteniéndola sobre su cabeza para después dejarla caer sobre la mesa. Aterrizó con un plop, aplanándose ligeramente. Jennie saltó, pero se rió una vez que se dio cuenta de que no era peligroso.

—¿Quieres probar?—Dawn arrancó un pequeño trozo de arcilla. Jennie asintió mientras él rodaba el material sobre la mesa, pero Hyuna se acercó para detenerlo antes de que Jennie pudiera poner las manos sobre él.

—No hagamos un desastre. Ya hiciste suficiente para todo nosostros—se rió, dejando su brocha y lanzando un gesto hacia el exceso de arcilla que cubría su ropa. Jennie frunció las cejas.