Capítulo 23

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La energía de Jennie solamente continuó mientras pasaba la semana. Lisa se despertaba y Jennie ya estaba en la planta baja, haciendo el desayuno o jugando con Wolf. Sus pesadillas todavía iban y venían, pero Jennie parecía recuperarse de ellas más rápido de lo que lo había hecho antes. Y cada noche, ella continuaba tomando las dos pequeñas píldoras azules antes de acostarse.
                   
Y entonces llegó el miércoles.

Comenzó como cualquier otra mañana. La luz cegadora entró por la ventana e hizo que Lisa se girara atontada. Y ahí fue donde terminó la normalidad.

—¿Nini?—Lisa frunció las cejas, sorprendida de que Jennie estuviera todavía en la cama. Ella normalmente ya estaba despierta y saltando por toda la casa en ese momento.

—Jennie—Lisa se dio la vuelta completamente, empujando a la pequeña chica. Jennie murmuró algo inaudible y se tiró de las mantas sobre la cabeza.

—¿Estás bien?—susurró Lisa, tratando de mover suavemente las mantas de la cara de Jennie. La chica de ojos café solo las sostuvo con fuerza, arrastrándose lejos de Lisa.

—Estoy dormida—Jennie murmuró. Lisa levantó una ceja, pero decidió no molestar a su novia.

—Bueno, yo voy a desayunar—dijo Lisa suavemente, arrastrándose sobre Jennie y caminando a la cómoda—Ven conmigo si quieres muffins de arándanos—ella sonrió, levantando una ceja y esperando que Jennie saltara de la cama.

En cambio, Jennie jaló más las mantas sobre su cabeza. Con un profundo suspiro, Lisa se puso una camiseta y se dirigió escaleras abajo.

Lisa esperaba que el olor de muffins recién horneados llevaría a Jennie abajo, pero cuando terminó su desayuno y la chica aún no había aparecido, ella comenzó a preocuparse.

En silencio se dirigió al piso de arriba, encendiendo la luz en el dormitorio y entrando. Jennie gimió, cubriéndose los ojos con una almohada.

—¿Qué pasa?—preguntó Lisa en voz baja, acercándose a la cama—¿Por qué no sales de la cama?

—Cansada—Jennie bostezó, permitiendo que Lisa quitara la almohada de su cara—Estoy cansada, Li.

—¿Has dormido anoche?—preguntó Lisa, levantando una ceja.

Jennie asintió—Sí. Tuve una pesadilla, pero me quedé dormida—confesó.

—¿Estás bien?—la chica de ojos mieles se sentó en el borde de la cama. Jennie asintió y se sentó, frunciendo las cejas y parpadeando un par de veces.

—Sí—asintió con la cabeza lentamente—Yo solo estoy cansada.

—Hice muffins—Lisa asintió hacia la puerta. Jennie sonrió suavemente, estirando los brazos y bostezando en silencio.

—Yum—Jennie tarareó, saliendo de la cama y caminando suavemente hacia la puerta. Wolf saltó alegremente tras ella, pegándose justo al lado de sus piernas para guiarse.

Lisa la siguió, agarrando el beanie de Jennie de la cómoda en la salida y colocándolo sobre la cabeza de la chica una vez que la alcanzó. Jennie se rió en voz baja, recogiendo a Wolf y acunándolo en sus brazos cuando se fueron abajo.

Lisa levantó una ceja interrogante cuando Jennie se detuvo en la parte inferior de las escaleras y se llevó una mano a la frente, parpadeando un par de veces.

—¿Estás bien?—Lisa se deslizó alrededor de ella y puso una mano en el hombro de Jennie. Jennie simplemente asintió, colocando a Wolf en el piso.

Lisa se sentó en el sofá mientras Jennie iba por su desayuno, uniéndose a ella en la sala de estar. Las tres de sus compañeras ya se habían ido a la escuela, dejándolas solas en la casa durante el día.

Blue (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora