Capítulo 32

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N/A: Una vez más, temas delicados (violencia / abuso / muerte) – Por favor sáltenlo hasta el final de las cursivas si no pueden manejarlo. Lxs amo.]

Jennie sonrió ampliamente, sosteniendo con cuidado el pesado jarrón en sus manos y llevándolo a la cocina. Ella tarareaba alegremente cuando vio a su tío en casa, sentado en uno de los taburetes en la isla.

—Hice flores—Jennie sonrió, acercándose a él y sosteniendo el jarrón para mostrarle—Son de color rosa y blanco—ella asintió con orgullo. Su sonrisa vaciló cuando él levantó la cabeza y vio la botella en la mano.

—Tú no 'haces' flores, idiota—murmuró, rodando los ojos. A Jennie no le gustaba cuando bebía, siempre se ponía así—Van a morir sin agua. Dios, ¿tienes ALGÚN sentido común?—se rió con amargura y tomó otro trago de su bebida.

Jennie se preocupó, miró el jarrón y lo sacudió ligeramente para hacer que las flores se movieran. Con el ceño fruncido, ella se adelantó y sostuvo el jarrón más delante de su cara.

—Hice flores—repitió Jennie, moviendo el jarrón ligeramente solo para probar su punto—¿Ves? Las hice.

De repente, el jarrón se cayó de su mano, estrellándose contra el suelo a sus pies. Jennie gimió, mirando hacia abajo a la colección de vidrio y flores que ahora cubrían el suelo.

—Vete a la mierda—balbuceó, antes de volver su atención de nuevo a su bebida. Jennie se quedó paralizada durante unos segundos antes de que sus ojos se posaran sobre los restos de sus flores. Tediosamente, ella navegó alrededor de los cristales rotos para poder agacharse y recuperarlos.

—¿Ellas necesitan agua?—ella preguntó en voz baja, recordando lo que él le había dicho antes. Ella bajó la mirada hacia las flores de colores en su mano antes de empujarlas frente a su rostro, mirándolo suplicante.

Fue entonces cuando todo cambió.
            
Jennie inhaló bruscamente cuando él se puso de pie, llevó su mano detrás de su espalda y presionó algo frío bajo la barbilla de ella. Jennie se tambaleó hacia atrás cuando dio un paso hacia ella.

Gritó, sintiendo los fragmentos de vidrio debajo de sus pies descalzos. Unos pasos más y ella chocó contra la pared, con los pies entumecidos por el constante y doloroso latido.

—Ouch—susurró, sintiendo que las lágrimas se formaban en sus ojos mientras sacudía la cabeza con furia. "¡Ouch, ouch!," repitió a sí misma. Cuando él quitó el arma de su barbilla y la presionó contra su pecho, Jennie entró en pánico. Ella sabía lo que era eso. Ella sabía lo que podía hacer.

—N-no—Jennie gimió, cerrando los ojos con fuerza—Por favor, no—ella negó con la cabeza con furia, tratando de alejarse aún más.

—Sería tan fácil apretar el gatillo—él dijo arrastrando las palabras, moviendo el cañón de la pistola de su pecho hasta la clavícula—¿No?

—Por favor—susurró Jennie, tratando de zafarse de su agarre.

—Por favor, ¿qué?—se rió entre dientes, moviendo la pistola hasta su mandíbula—¿Quieres que termine con esto?

—Po-p-por favor—Jennie tartamudeó. No podía formar cualquier otra palabra en ese momento.
                   
Por un segundo, alejó la pistola y la giró en sus manos, inspeccionándola.

—Si tan solo alguien te amara—se rió con amargura y rodó los ojos—Tal vez habría alguien a quien le importaría cuando te hayas ido.

Blue (Jenlisa)Where stories live. Discover now