25. Secuestrados

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Ya paso una semana desde que Lori, T y Carol murieron.

Papa no a aparecido desde esta semana, sabemos donde está. Pero Glenn fue atacado por él y es mejor dejarle espacio.

Carl aún está pensando en el nombre que le pondrá a nuestra hermana, mientras tanto la llamamos "Destructora".

Deje que se encargue de los nombres porque a mi no se me ocurre ninguno.

Vi a Carl jugando con la comida, tomé un poco de avena de mi plato y se lo coloque en la nariz.

Volteo a verme y sonrió, le indique que coma más, asintió.

Tengo a la bebé en mis brazos, por suerte ya comió, que por cierto come mucho, y me está dejando desayunar.

Después de lo que hablé con Carl no se quiere despegar de mí, duerme en la celda conmigo y Daryl.

La bebé duerme en medio de nosotros y Carl en la cama de arriba, agradezco que Daryl sea muy comprensivo.

Rick: ¿Están todos bien? —volteamos a verlo, abrió la puerta.

Maggie: Si, estamos bien —papá se acercó a nosotros.

Hershel: ¿Y que hay de ti? —le pregunto.

Rick: Despejen el cuarto de calderas —nos dijo.

Carl y yo nos miramos tensos, sujete a la bebé con una mano para con la otra tomar su mano.

Daryl: ¿Cuántos había? —le preguntó.

Rick: No sé. Diez, veinte, quizás más —mordí mi mejilla —. Tengo que volver. Solo tenía que saber cómo estaban Carl y Rachel.

Glenn: Rick, nosotros podemos sacar los cuerpos —se levantó —. No tienes que hacerlo tú.

Rick: Debo hacerlo —se acercó a Daryl —. ¿Todos están armados?

Daryl: Si —me miró de reojo y luego a papá —. Pero hay pocas municiones.

Glenn: Maggie, Rachel y yo pensamos salir esta tarde —le dijo —. Encontré una guía con lugares para buscar balas y leche.

Aunque será un viaje traumate por estos dos, necesito despejarme.

Estar aquí me volverá loca, aunque sea salir unas cuantas horas y despejar la mente tratando de no llorar cada segundo que la recuerde.

Daryl: Vaciamos el cuarto del generador —le dijo —. Axel lo está arreglando para emergencias. También revisaremos los niveles inferiores.

Comenzó a caminar hacia la puerta de nuevo.

Rachel: ¡Papá! —me ignoró y se fue.

Carl apretó mi mano, acaricie su mano con mi pulgar.

...

Salimos del auto, mire a todos lados. Algo de silencio le viene bien a alguien de vez en cuando.

Maggie: Nada por aquí —nos dijo.

Rachel: Ni por aquí —me acerque a ellos.

Glenn: Bien, echemos un vistazo -me acerque a la puerta del lugar.

Maggie: Oye —voltee a verlos.

Arrugue la nariz cuando se besaron. Al momento de que se separaron se olvidaron de mi existencia.

Me cruce de brazos divertida.

Maggie: Es un hermoso día -le dijo.

Rachel: Oigan, Romeo y Julieta, debemos apresurarnos —les dije —. Ya tengo mucho con escucharlos muy cariñosos por la noche al lado de mi celda.

ℰ𝓁 𝒞𝒶𝓏𝒶𝒹ℴ𝓇 𝒴 ℒ𝒶 𝒞𝒽𝒾𝒸𝒶 𝒢𝓇𝒾𝓂ℯ𝓈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora