26. Rescate

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Después de haber llorado por más de quince minutos, Glenn me entregó su camisa para cubrirme.

Maggie me ayudó a colocarmela porque me duele todo.

Ahora estamos sentados en el suelo, vi un caminante muerto en la otra esquina.

Glenn: Oigan, ¿acaso ellos…?

Maggie: No —dijo rápido —. Fue otra persona quien me interrogó.

Mantuve mi mirada agachada, suspiré.

Glenn: ¿Rach? —lo mire y negué.

Rachel: No llegó a eso —susurre con un nudo en mi garganta.

Maggie: Huyendo de los caminantes, olvidas lo que hace la gente —asentí —. Lo que siempre hicieron.

Nos confiamos en que somos fuertes, pero seguimos siendo ignorante con la maldad de las personas.

Maggie: Miren lo que les hicieron a ustedes —trague saliva con dificultad.

Glenn: No me importa que me pase —lo miramos —. Mientras ellos no…

Maggie: No. Te lo prometo —le dijo.

Rachel: Yo igual —apoye mi cabeza en el hombro de Maggie.

Ella tomó mi mano para darme su apoyo, solo quiero que esto sea una pesadilla.

Quisiera estar en casa junto a mis hermanos, junto a papá, los demás y junto a Daryl.

Quiero que esto acabe.

Glenn se levantó y fue hacia el caminante, nosotras lo miramos confundidas.

Tomó el brazo y empezó a jalar para quitarlo del cuerpo.

Rachel: ¿Qué haces? —le pregunté.

Logró quitarle el brazo y con su pie lo rompió, nosotras nos acercamos a él.

Glenn apartó la piel del brazo para sacar dos pedazos de los huesos radio y cubito

Él nos miró y es tendió un pedazo a cada una, nosotros lo tomamos sin dudarlo.

Rachel: A la yugular —le dije a Maggie, ella asintió.

Nos acercamos rápido a la puerta, nos mantuvimos alertas hasta que la abrieron.

Empujamos a las personas, caí al suelo con una y le clave el hueso en el cuello.

Le quite el arma, quite el seguro y junto a Maggie apuntamos a Merle que tiene a Glenn.

Maggie: ¡Dejalo ir!

Merle nos miró burlon y levantó las manos.

Merle: Muy bien —escuchen seguros detrás nuestros, volteamos a ver.

Nos quitaron las armas, maldición.

Merle: Arriba —obligaron a Glenn a levantarse.

Nos metieron de nuevo en ese cuarto y nos hicieron arrodillarnos.

Merle: Ahora que los tenemos aquí. Que bueno que nos pongamos al día —trague saliva, lo mire molesta.

Glenn: Hey. No dejen de mirarme —nos dijo.

Maggie: Te amo.

Cubrieron nuestras cabezas con sacos, junte mis manos para que no se note que me tiemblan.

??: De pie, vamos —me tomaron del brazo —. Rápido.

Empezamos a caminar, maldición, no quiero morir así. No sin haber cuidado lo suficiente de mis hermanos.

ℰ𝓁 𝒞𝒶𝓏𝒶𝒹ℴ𝓇 𝒴 ℒ𝒶 𝒞𝒽𝒾𝒸𝒶 𝒢𝓇𝒾𝓂ℯ𝓈Where stories live. Discover now