52. Noche Difícil

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Con papá estamos caminando cerca del muro, revisando cada parte para saber si esta bien asegurado.

Rick: Deberías estar descansado en cama —rodé los ojos, aquí vamos —. Rach, puedes cansarte.

Rachel: Y quizás me maree y pierda el equilibrio —lo mire —. Papá, lo sé. Soy médica, pero igual se que necesito caminar porque este bebé cuando estoy acostada aplasta mi vejiga.

Rick: No quería saber eso —dijo sonriendo, negué divertida.

Su mirada cambió al ver a alguien, voltee a ver. Ve a Morgan entrenando con su bastón.

Él fue hacia Morgan, fui detrás de él, coloque mi mano debajo de mi vientre.

Rick: Morgan —detuvo su entrenamiento, volteo a verlo.

Morgan: Buen día —nos dijo.

Rick: Hay que hablar —lo mire algo confundida —. De todo. Lo haremos luego, ¿si?

Morgan: De acuerdo —sonrió.

Seguímos nuestro camino a otra parte del muro.

Rachel: ¿Qué sucede? ¿Por qué debes de hablar con él? —le pregunté.

Rick: Lo sabrás en esa conversación, quiero que estés ahí —asentí —. Debes aprender de estas cosas, me ayudaras mucho.

Rachel: Papá, no se nada de liderar —le dije —. Solo de medicina.

Rick: Eres mi hija —me miró —. Aprenderás rápido.

Rachel: De acuerdo —sonreí un poco.

Nos detuvimos al ver sangre correr por un pequeño orificio del muro, papá pasó su dedo por la sangre.

Rachel: Papá, el muro resistirá, ¿no es así? —le dije.

Rick: Si, así es —asentí.

Vimos en el puesto cerca de la entrada a Maggie, vigila todos sus puntos en espera de la señal de Glenn.

Rachel: Ve con ella —le dije —. Yo iré a ver si Carl ya esta listo.

Rick: Bien —comencé a caminar en dirección contaría.

Vi a Eric caminando y vagando en sus pensamientos, me acerque a él.

Rachel: ¿Todo bien? —me miró, sonrió y se acercó.

Eric: Si, solo pienso en cuanto tiempo tardarán en entrar —hice una pequeña mueca de comprensión.

Rachel: Si, se que es fifu il no pensar en eso —mire los muros —. Pero nos esforzamos en mantenerlo de pie reforzandolo.

Eric: Si, eso me da algo de tranquilidad —me miró —. Lo siento, debes ser tú quien tenga preocupaciones. Sin embargo, soy yo quien te dice las mías.

Rachel: Descuida —coloque mi mano en su hombro —. De todas formas trato de no pensar en las mías.

Eric: Es por Daryl, ¿no? —asentí.

Rachel: Y por Glenn, Sasha y Abraham —le dije —. Es extraño porque las hormonas hacen que me preocupe más.

Eric: No te envidio nada —sonreí un poco —. Oye, se que no es el momento, pero… no te enojes con Aaron por lo que sucedió, no sabía que esa gente iba a encontrar su mochila.

Rachel: Oye, no estoy enfadada con él ni nada por el estilo —le dije —. Fue una cosa que pasó, fue solo un accidente. No tuvo la culpa de eso.

Eric: Algunas persona no lo miran así —hice una mueca —. Se siente culpable.

ℰ𝓁 𝒞𝒶𝓏𝒶𝒹ℴ𝓇 𝒴 ℒ𝒶 𝒞𝒽𝒾𝒸𝒶 𝒢𝓇𝒾𝓂ℯ𝓈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora