56. Sorpresa

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Baje a la cocina con Damon en mis brazos, nadie se a despertado. Ya casi va para una semana cuando sucedió todo eso.

Me mude con papá, no podía quedarme en esa casa sin Daryl… se sienta muy fría y silenciosa.

Se que Damon busca a Daryl porque está inquieto en mis brazos y se despierta con más frecuencia.

Apenas puedo dormir.

Tomé una manzana mientras sostenido de un brazo a Damon, le di una mordida.

Frunci al ceño al ver a Michonne caminando a la sala de estar en total silencio, fui hacia ella.

La vi sacar un rifle de la chimenea, hice una mueca.

Rachel: ¿A dónde vas? —ella volteo a verme.

Michonne: Afuera —se levantó y tomó la bolsa —. Iré a cazar.

Rachel: Michonne…

Michonne: Volveré por la tarde —salió de la casa, suspiré.

Me voltee y vi a papá detrás mío, force una sonrisa pero solo salió un mueca.

Rick: ¿dormiste bien? —tomó a Damon para que pueda comer bien la manzana.

Rachel: No —suspiré —. Busca a Daryl por las noche y lo único que puedo hacer es calmar su llanto.

Rick: ¿Quieres que lo cuide mientras duermes un poco? —negué.

Rachel: Descuida, estoy bien —termine de comer la manzana, tomé a Damon —. Deberías arreglarte, prepararé el desayuno.

Rick: Rach… —me tomo del brazo.

Rachel: Estoy bien, papá —le dije —. No te preocupes por mí.

Rick: No lo hubiera hecho —miró mi brazo —. No quería.

Rachel: Pero hubieran muerto los otros y Carl —tome su mano —. Que suerte que no sucedió, ¿no?

Rick: Si —junto su frente con la mía y me dio un beso en la frente —. Despertare a tus hermanos.

Rachel: De acuerdo —camine a la cocina.

Deje a Damon en su carreola, fui hacia la lacena para sacar el cereal.

Mire mi mano que sostenía la de Glenn ese día, apreté el puño mientras me tiembla la mano.

No estoy para nada bien, aun se me hace difícil no ver a Glenn por aquí con Maggie, Abraham haciendo guardia.

Todo parece deprimente ahora, solo estamos esperando a que ese maldito infeliz aparezca para llevarse nuestras cosas.

Carl: Buenos días —se acercó.

Rachel: Buenos días, enano —le entregue el tazón con cereal —. Ya sabes donde está la leche.

Carl: Si —me miró —. Te escuché caminando de un lado a otro en tu habitación.

Rachel: No te preocupes por mí —acaricie su cabello —. Anda, come.

Carl: Rach…

Rachel: Carl, por favor —coloque mis manos en sus mejillas —. Estoy bien. Y no lo estaré sino comes.

Carl: Bien —fue a la mesa para empezar a comer —. Oye, ¿te puedo dar un abrazo?

Sonreí, asentí. Se acercó y lo abrace, solté un suspiro frustrada.

Rachel: Gracias, enano. Lo necesitaba —le di un beso en la mejilla —. Anda, debes comer.

Carl: De acuerdo —nos separamos.

ℰ𝓁 𝒞𝒶𝓏𝒶𝒹ℴ𝓇 𝒴 ℒ𝒶 𝒞𝒽𝒾𝒸𝒶 𝒢𝓇𝒾𝓂ℯ𝓈Where stories live. Discover now