★ obsessed ── tomtord

「8」

Tord se limpió las manos sudorosas en sus jeans y tragó saliva, mirando la puerta del departamento de Thomas.

Tendría que haberse negado.

Debería haberse negado cuando Katya lo sugirió. Al principio había estado nervioso y avergonzado cuando Katya le había dicho que sabía sobre el beso. Aparentemente, Tom siempre le contaba todo. Como el novio perfecto que él era.

Tord no estaba seguro de por qué le molestaba tanto - por lo menos eligió no examinarlo muy de cerca. Hasta su conversación con Katya, había estado tratando de no pensar en el beso, y la oferta de Katya había sido un choque para él.

Al parecer, ella - y Tom- querían un trío. Un verdadero trío. Un trío en el cual él podría tocar a Tom y Tom lo tocaría. Tord había estado tan asustado que dio su consentimiento sin pensarlo. No fue su momento más brillante.

Maldita sea, esto tenía 'mala idea' escrito por todas partes. Tendría que haberse negado. Porque realmente le gustaba Katya.

Y él no confiaba en sí mismo, no después del beso.

— Deja de ser un cobarde —murmuró Tord y golpeó.

Mientras esperaba, se volvió cada vez más consciente del tubo de lubricante en su bolsillo. ¿Presuntuoso? Tal vez. Tal vez no.

La puerta se abrió. Katya se quedó allí, vestida con un delgado camisolín blanco.

— Hola —Katya dijo con una sonrisa.

Tord devolvió el saludo y le dio un beso en la mejilla.

Ella cerró la puerta, tomó su mano y lo llevó hasta el dormitorio.

El corazón de Tord latía en algún punto en el área de su garganta. Él no podía recordar alguna vez haber estado tan nervioso por sexo.

Thomas estaba sentado en la cama, vistiendo sólo un par de boxers negros. Ojos negros se encontraron con los suyos, ilegibles. El rostro desaliñado de Thomas era completamente impávido. Sólo el bulto en sus boxers lo delató - él no estaba tan desinteresado como aparentaba.

Tord sintió las manos de Katya desnudarlo, sus labios besando su cuello mientras ella lo hacía. La mirada de Tom seguía a las manos de Katya, mirándola desabrocharle la camisa.

Con dedos un poco inestables, Tord desabrochó sus jeans y los empujó hacia abajo junto a su ropa interior.

Se sintió ruborizar mientras sentía la mirada de Tom recorría su cuerpo desnudo. Era ridículo: él tenía un gran cuerpo, y no era como que Tom no lo había visto desnudo antes. Aún así, Tord no pudo evitar sentirse cohibido. Thomas era sobre todo hetero, después de todo. ¿Le gustaba lo que estaba viendo?

— Vamos —dijo Katya, empujándolo hacia la cama.

Tord se sentó en la cama. Incómodo, vio como Katya trepó en el regazo de Tom y lo besó. Vio cómo las manos de Thomas eliminaban su negligé. Tord se removió, odiando su inusual timidez y torpeza. No era propio de él en absoluto.

Molesto consigo mismo, Tord se acercó y deslizó una mano hacia abajo por la suave espalda de Katya, hasta que su mano tropezó con la de Tom. Acarició los nudillos de Tom con sus dedos, sintiéndolos contraídos, y trabados.

Tord se humedeció los labios y los ojos de Thomas se clavaron en ellos. Tord sintió una emoción atravesarlo. Acarició los dedos de Tom, mirándolo a través de sus pestañas.

Tom dejó de besar la espalda de Katya, con la mirada negra pegada en Tord. Estaban vidriosos y un poco fuera de foco. Los propios ojos de Tord probablemente no se verían mejor en ese momento.