「16」

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Para el final de la semana, Tord había desarrollado un caso de bolas azules.

Para el final de la semana siguiente a esa, él también estaba molesto como el infierno y estúpida y ridículamente herido.

Thomas era un 'amigo' muy atento. Iba a casa de Tord cada día, generalmente justo después de que Tord volviera de la escuela. De alguna manera él sabía los horarios de Tord, pero eso no le sorprendió exactamente: la memoria de Tom era monstruosamente buena y registraba todo.

Bueno, todo excepto el hecho de que su 'amistad' era tan bizarra como el infierno. Él tocaba a Tord todo el maldito tiempo. Un toque en el cuello o en el hombro, un brazo alrededor de su cintura, una nariz acariciando el lado de su cara. Por no hablar de las miradas intensas. A Tord lo volvía loco.

La peor parte era, que Tord estaba bastante seguro de que Thomas ni siquiera notaba lo raro que se estaba comportando.

Pero otras personas lo hacían.

Patryck los miraba con curiosidad, y no era de extrañarse.

Tord tomó una respiración profunda, tratando de ignorar la mano de Tom en su cuello.

— Seguro —Thomas dijo a Patryck—. Si quieres asegurarte de que la niñera de tus hermanas, realmente habla con fluidez italiano y chino, mándala a mi oficina.

Patryck se quedó mirando la mano de Thomas en el cuello de Tord.

— No es que me importe —dijo lentamente, forzando sus ojos lejos y dándole una mirada de 'qué carajos' a Tord, quien le devolvió una mirada impotente como respuesta—. Pero mi pareja encuentra sus referencias un poco sospechosas —Se encogió de hombros, sonriendo torcidamente—. Personalmente, creo que está siendo paranoico, pero no hemos tenido mucha suerte con las niñeras de las gemelas, por lo que él es un poco sobreprotector.

— Envíamela —dijo Thomas, la punta de sus dedos acariciando un lado del cuello de Tord.

Tord esperaba que sus temblores no fueran evidentes.

— Sí, hazlo —dijo a Patryck con una risa un poco forzada—. Tal vez eso haga que este tipo permanezca en su oficina por unas pocas horas.

Tom lo miró, con un toque de diversión en sus ojos.

— Mi negocio puede funcionar sin problemas sin mi supervisión a tiempo completo. Si el gerente necesita estar presente en todo momento, eso significa que él no contrató a la gente adecuada en primer lugar y no creó sistemas eficientes para que ellos sigan. Yo lo hice.

— Presumir de sí mismo no es atractivo —Tord dijo, sonriéndole. Aunque ¿a quién quería engañar? La autoconfianza de Thomas era algo caliente.

El celular de Tom sonó. Él contestó el teléfono con la mano libre, la otra todavía envuelta alrededor del cuello de Tord.

Tord apretó los dientes. Esto se estaba tornando ridículo.

— No puedo oírte —Tom soltó el cuello de Tord e hizo su camino hacia un aula vacía cercana, donde no estaba tan ruidoso.

— ¿Qué demonios? —Patryck dijo tan pronto como Thomas estuvo fuera del alcance auditivo.

— Dímelo a mí —Tord suspiró—. Él me está volviendo loco con esto. Dice que somos amigos y luego me toquetea todo el tiempo.

— ¿Lo conversaste con él?

Evitando su mirada, Tord se pasó una mano por el pelo.

— Yo...

— Tienes miedo —dijo Patryck, con una nota de sorpresa en su voz.

— No lo hago —Tord se quejó. Sí, tenía miedo, y lo odiaba. Él tenía miedo de enloquecer a Thomas si él lo confrontaba. Él tenía miedo de que Thomas dejara de venir, de que dejara de tocarlo. Sin importar lo frustrante que era todo el asunto del toqueteo, en el fondo, él ya era un poco adicto a ello. O más que un poco.

Maldición.

Atrapó a Patryck mirándolo curiosamente.

— ¿Qué?

— Nada. Sólo... —Patryck estaba mirándolo, pensativo—. Has cambiado, no me refiero en un mal sentido, sin embargo. Tú solo solías actuar todo engreído y con exceso de confianza. Lo estás pasando mal, ¿eh? Eres casi tímido a su alrededor ahora.

— ¡No lo soy! —Tord protestó. No era tímido. Él nunca fue tímido.

— Sólo... —La cara de Patryck era sombría—. Sólo ten cuidado, ¿de acuerdo? Él tiene una novia. Él podría estar un poco confundido en este momento, pero él tiene novia. No dejes que te maneje tu polla.

Tord tragó.

— Lo sé. No lo haré.

Thomas caminó de nuevo hacia ellos, deslizando su teléfono celular en el bolsillo.

— Katya me dijo que no la espere —Miró hacia Tord—. ¿Necesitas un aventón?

Tord pensó en la advertencia de Patryck.

Luego pensó en pasar la velada con Thomas. Y dijo:

— Síp.

Ignoró la mirada de desaprobación, preocupada, en el rostro de Patryck. A la mierda, tal vez era patético y estúpido, tal vez no iba a terminar bien, pero no podía negarse a sí mismo esto.

Deslizándose dentro de su chaqueta, Tord siguió a Thomas fuera.

Hacía mucho frío, pero él no lo sentía. Tom le devolvió la mirada.

— ¿Qué? —dijo Tord con una sonrisa, sintiendo los copos de nieve derritiéndose en su piel sonrojada.

— Nada —dijo Thomas, arrastrando sus ojos lejos y abriendo la puerta de su auto con el mando a distancia—. Entra.

Tord se subió al asiento del pasajero y se rió entre dientes, recordando la última vez que había estado en ese asiento.

— ¿Recuerdas la primera vez que me alcanzaste a mi casa? Fuiste muy irritante.

Thomas resopló, arrancando el auto.

— Tú fuiste muy irritante. Y hablabas demasiado. Y... —Se calló, y Tord se removió, de repente recordando que fue también la noche en que Thomas lo había besado por primera vez. La noche en que había empezado todo.

El silencio se extendió, volviéndose más incómodo a cada minuto.

Cuando el silencio se hizo insoportable, el teléfono de Tom volvió a sonar. Gracias, mierda.

— ¿Podrías poner el teléfono en altavoz? —Thomas dijo, con los ojos en la carretera mientras maniobraba el coche a través del intenso tráfico.

— Seguro —Tord sacó el teléfono del abrigo de Tom y lo puso en altavoz. Esperaba que no fuera Katya. Lo último que quería escuchar era a Tom y a ella todo acaramelados.

— Habla Thomas —dijo Tom.

— Habla Thomas —una voz masculina repitió, claramente burlándose de él.

Tom sonrió.

— ¿Cómo está el bueno y viejo Londres?

— Probablemente siga allí —el interlocutor respondió—. Pero yo no estoy allí, de hecho.

— ¿Ya llegaste?

— Uh huh. En mi antiguo lugar. Ven y trae algunas cervezas.

Tom miró a Tord.

— ¿Ahora? ¿No tienes el jet lag?

★ obsessed ── tomtordWhere stories live. Discover now