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Todas las chicas se fueron reuniendo en la sala común para ir juntas al centro comercial. Era sábado y querían comprarle unas cuantas cosas lindas a Eri, pues a pesar de que sus profesores y compañeros se encargaban de jugar con ella y mimarla a la vez que le ayudaban con su peculiaridad, la habían notado un poco triste.

Mina creía que era por no convivir con niños de su edad por lo que habían pensado llevarla a algún parque cercano para que se divirtiera e hiciera nuevos amiguitos, pero en cuanto se lo propusieron al director esté les dijo que eso sería imposible.

No obstante, ellas querían hacer algo por la pequeña.

Ochako fue la última en bajar. Se sentía incómoda con la idea de toparse con Bakugou por lo sucedido la noche anterior, es decir, tenía que devolverle su camiseta y aún no la había lavado, además de que se sentía un poco tonta aunque no sabía porque exactamente.

Afortunadamente él se encontraba de patrullaje junto a Deku y Todoroki.

Así pues, se marcharon todas y visitaron algunas tiendas de ropa infantil y jugueterías.

La castaña buscaba específicamente algún accesorio para el cabello, un broche con un moño quizás, no le alcanzaba para mucho, pero se esforzariá por encontrar algo bonito.

Finalmente encontró un broche rosa con piedras de fantasía brillantes, y dedujo que se vería precioso en el cabello platinado de la pequeña, así que se lo llevó y en su compra le regalaron 4 tarjetas coleccionables de Allmight. Ella no era una admiradora fanática del ex símbolo de la paz, pero las acepto, se las podría dar a Deku después.

Al llegar a los dormitorios Mina pegó un grito.

-¡Pero que creen que hacen! Mañana me toca la limpieza a mi, bajen inmediatamente de los sofas y duchense ¡YA!

Las demás chicas recién llegaban corriendo para ver qué sucedía.

-¿Que sucede? Ribit

Los tres pupilos de Endevor se encontraban recostados en la sala común, uno en cada sofá, con sus trajes de héroes puestos todavía, y una fina capa de polvo los cubría.

No se movían y de sus bocas salían pequeños ronquidos.

-¿Están dormidos? -Inquirio Hagakure hacercandose - ¿Que sucedió?

-Según el profesor Aisawa, solo están cansados -respondio Kaminari encogiéndose de hombros.

-¿Tanto así? -Jirou no estaba tan convencida -¿Que no se supone que solo ivan a patrullar?

-Si, pero se toparon con un villano que tenía una peculiaridad difícil por lo visto -Explicó Sero -Además Recovery Girl los atendió, eso debió ser un extra para sus cuerpos.

-Hay que llevarlos a su habitación -Propusó Momo- no podemos dejarlos ahí. Ya mañana nos contarán los detalles.

- Por eso esperábamos a que llegaran -Dijó Kirishima con una sonrisa timida- ¿Uraraka, nos podrías ayudar haciéndolos más ligeros?

- Si, claro.

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A la mañana siguiente un llanto infantil hizo salir a Ochako de su habitación.

¿Acaso Eri estaba aquí? ¿Porque lloraba? ¿De dónde venía ese llanto?

Estaba segura que provenía de su mismo piso.

¡El área de los chicos!

Salió corriendo y al doblar por el pasillo se encontró con un niño rubio de ojos rojos que lloraba y corría lejos de Bakugou.

El pequeño al verla cómo su salvación se arrojó a sus brazos e intentó esconder su carita en el cuello de la chica

-¡TU, MOCOSO! VUELVE AQUI O MORIRAS.

-¡YA DEJALO! - Le gritó Uraraka enojada por la actitud de su compañero ante el pequeño niño asustado.

Bakugou abrió la boca para protestar pero otro grito proveniente de uno de los pisos de abajo lo interrumpió.

Rápidamente ochako identificó la voz de su mejor amigo y salió corriendo, con el niño aún en sus brazos.

-¡Deku! -De una patada abrió la puerta del dormitorio- ¿Que sucede?

-¿Kachan?

Deku desde su cama la miraba a ella y al niño rubio en sus brazos con la boca abierta.

-Bakugou no está aquí..... -Le aclaró ella, pues estaba segura que no la había seguido, y luego fijó la mirada en el pequeño niño de cabello verde y ojos llorosos que se encontraba en el suelo -¿Deku... Y ese niño?

Se le hacía extrañamente familiar, en algún lado había visto esas pecas y esa expresión, pero algo no terminaba de encajar en su cerebro recién despierto.

-Chicos -Murmuró Todoroki desde el umbral de la puerta, recién llegando a la habitación -Tenemos un problema.

Detrás de sus piernas, se asomó un pequeño niño de ojos heterocromaticos tímidos y cabellera bicolor.

Uraraka e Izuku aspiraron fuerte.

-Tengo hambre -se quejó el niño rubio que aún sostenía la castaña en sus brazos.

𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙 𝖌𝖑𝖔𝖜 𝖓𝖎𝖌𝖍𝖙Where stories live. Discover now