12

341 32 3
                                    

Kirishima caminaba detrás de Bakugo por los jardines de la UA para regresar a los dormitorios.
Le seguía los pasos al rubio en total silencio, pero para ser honesto, sentía cómo si su boca fuera un volcán a punto de hacer erupción. La curiosidad lo estaba comiendo vivo y ya no tenía cerebro para sacar más posibles conclusiones. En la mañana vio a Bakugo y a Uraraka muy abrazaditos en su dormitorio y ya para la tarde casi se matan el uno al otro en el enfrentamiento mano a mano, o almenos ella si se veía con la intensión de asesinarlo ¿Que lógica tenía eso?

El rubio se detuvo en seco y se giró para encararlo.

- Si vas a decir algo hazlo de una puta vez, me caga más tu silencio a que estés hablando puras pendejadas.

En respuesta él sonrrío y se rascó la nuca un tanto apenado por su falta de discreción.

- Bueno, Bro... Yo creí que tú y Uraraka... Bueno por lo que vi está mañana pensé... - Frunció las cejas intentando aclarar lo que le quería preguntar pues conociendo a su amigo no tardaría en perder la paciencia y mandarlo al diablo. - Esque... ¿Porque la trataste así en el entrenamiento?

Bakugo lo miraba cómo si pudiera sacar las respuestas de su cara, con las cejas fruncidas y los ojos un poco achicados.

Kirishima no se sentía muy masculino en ese momento. En su pecho creció la necesidad de hacerse bolita y suplicarle que no funara su amistad ahí mismo por ser un total entrometido, pero luego de un silencio que parecía eterno, su Bro por fin habló.

- La besé.

Un microsegundo tardó en comprender el orden de esas dos palabras juntas y relacionarlas con el rubio y la castaña.

Sus ojos se abrieron a más no poder y casi se atraganta con su propia saliva.

- Bro... Tu la... Bro... - Tal vez entró en shock por qué fue aumentando el volumen de su voz al punto de estar gritando. - ¡BRO! ¡AAAAAHHHHH!

- ¿ACASO ERES UNA JODIDA COLEGIALA? CIERRA LA MALDITA BOCA, CARAJO.

- Perdón, perdón. - Alzó ambas manos al aire mostrando las palmas. - Esque me impresioné, quiero decir, me emocioné...

Necesitaba saltar. Quizas si parecia una colegiala viendo un drama coreano y emocionandose porqué los protagonistas porfin se tomaban de las manos después de 15 capítulos.

Bakugo chasqueó la lengua y giró el rostro a un lado.

- Oye... pero entonces ¿Porque fuiste tan grosero con ella?

No acababa de comprender la situación del todo. De hecho sentía que era demasiada información para procesar. Esque... era Blasty ¡Por todos los cielos!

Una idea surgió en su cabeza y empezó a entrar en pánico por el frío y orgulloso corazón de su amigo que pudiera haber salido herido.

- Acaso ella... ¿Te rechazó?

A su mente vinó la escena de Frozen dónde los elfos le preguntaban a la protagonista lo que le impedía amar a ese hombre.

- ¿De que mierdas hablas? Claro que no.

- ¿Entonces?

- Los romances y esas mamadas... Eso no va conmigo... Es mejor así.

Y dicho eso se giró para seguir su camino.

Kirishima se quedó ahí un buen rato, plantado cómo un árbol viendo la espalda del rubio alejarse hasta perderse. Quería hacerle más preguntas, brindarle algún consejo, ser un apoyo para su amigo pero tan pronto cómo lo decidió, dos brazos se engancharon a cada lado de sus hombros, obligándolo a caminar al frente.

𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙 𝖌𝖑𝖔𝖜 𝖓𝖎𝖌𝖍𝖙Where stories live. Discover now