Capítulo 17

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Mikey camina en círculos, estaba molesto.

—¿Por qué el muñeco que hice de ti, no funciona, Mitsuya? —pregunta Mikey a Mitsuya.

Mitsuya no sabía cuánto tiempo ha pasado, pero sabe que ya no está en su casa, sus ojos le pesan, toda su piel estaba pálida, producto de la poca alimentación, tenía moretones por todo su rostro y piernas, no se ha visto en un espejo, pero puede jurar que tiene ojeras y está bajo en peso.

Al cambio que Mikey se veía bien, exceptuando sus ojeras y mirada llena de locura.

"Por qué es mi voluntad la que no me permite perder, pero siento que ya me estoy cansando, mi cuerpo no creo que resista una semana más", Mitsuya cierra sus ojos tratando de descansar un poco, pero no conto con que Mikey lo jalara de los cabellos.

—Mírame cuando te esté hablando— dice Mikey a nada de perder la cordura, pero Mitsuya no quería decir lo que vio en la casa de los Shiba, él podía ser lo que sea, pero no iba a dejar que Manjiro lastimara a sus amigos— entonces tendré que hacerte sufrir y buscar otros medios para estar al tanto— Mitsuya solo cierra los ojos, esperando lo que se viene por no colaborar.






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Rindou intento prepararle el desayuno a Takemichi, pero termino derramando la leche en todo el mesón y la fina baldosa, las tostadas se le quemaron y el huevo le quedo salado.

Ran llego al escuchar a su hermano maldecir, casi se cae por lo resbaloso que estaba el piso, fue cuando vio todo el desastre que hizo su hermano menor.

—¡Rindou, te dije que no volvieras a entrar a una cocina! —susurra en regaño el mayor de los Haitanis— deja eso ahí, mejor limpiemos el desastre antes de que se despierte alguien, por hoy comeremos algo pedido a domicilio, mejor pide el desayuno para todos y yo limpio— Ran busca los implementos del aseo y comienza a limpiar todo ese desastre— todo lo que tengo que hacer, pero vale la pena al ver feliz a mi hermano menor.

Mientras que Ran limpiaba y Rindou pedía comida a domicilio, Takemichi, Senju, Hakkai, Mana y Luna dormían profundamente.

Unos minutos más tarde, Ran ya había terminado de limpiar y Rindou estaba acostado en un sofá y Takemichi se levanta al escuchar un grito, camina rápidamente y llega a la habitación de Mana y Luna, abre la puerta suavemente y allí estaban las tiernas niñas, acompañadas por Hakkai.

¿Qué se siente estar en mi lugar?Where stories live. Discover now