Llámame la Madre de la Transmigración Rápida

Capítulo 87: Mi hijo es el villano principal (parte 7)

Cuando vio que Yuan Lang todavía estaba incómodo, la Maestra Qing Feng se mostró un poco reticente, pero sonrió con más amabilidad. Tocó el cabello de Yuan Lang y sintió compasión por este pobre niño. Tal experiencia de vida no era ideal. En resumen, los agravios de la generación anterior habían agotado a este niño.

Después de todo, fue ese bastardo de Yuan Qing You quien se equivocó. ¿Uno no debería ir tras la esposa de su amigo? ¿No entendió este principio? ¡Hacer tal cosa realmente empaña el nombre de Xiao Meng Chang!

– No importa si necesitas pensarlo. Tome su tiempo. No te preocupes. Ven, déjame tomarte el pulso–. La Maestra Qing Feng tomó la mano de Yuan Lang y se sentó para revisar su pulso.

Los sirvientes que estaban alrededor se sorprendieron. ¿Era este su Maestro del Valle? ¿Salió el sol por el oeste?

No había nada gravemente malo. Yuan Lang estaba un poco cansado. Después de que la Maestra Qing Feng revisó su pulso, le entregó una botella de píldoras. –Toma, toma una. Esta es una píldora de salud que he desarrollado cuidadosamente. Toma una para recuperar tu fuerza.

Yuan Lang no dudó y se lo comió de inmediato. Su dantian se sentía caliente y sus ojos se iluminaron. Sabía que lo que comía era algo bueno.

No es que no fuera cauteloso. Solo sabía que en su situación actual, si la Maestra Qing Feng quería matarlo a él y a su madre, no había necesidad de llegar a tales extremos, ya que sería demasiado fácil. Además, la maestro era la persona que esa persona arregló. Su carácter debe ser digno de confianza. Además, desde que era joven, las mujeres siempre habían sido buenas con él. A las mujeres entre 3 y 80 les gustaba. En este sentido, Yuan Lang estaba relativamente confiado.

La Maestra Qing Feng estaba muy feliz por la falta de precaución de Yuan Lang. Pero su felicidad pronto se transformó en preocupación. –Niño estúpido, ¿por qué no estás en guardia? No podrás vagar por las tierras así. La Maestra Qing Feng comenzó a inculcar algunos tabúes para aventurarse en las tierras.

La sirvienta que esperaba a su lado se quedó sin habla. ¿Debería enseñarle a Caballero Yuan a estar en guardia? Pero si el Caballero Yuan conoció a personas como la Maestra Qing Feng, quien casualmente repartió muchos artículos de valor incalculable, podía fortalecer la fuerza interna de uno y podía hacer una Píldora de gota de rocío de por vida y una Píldora de conservación de vida, entonces no había necesidad de estar en guardia. Mientras más, mejor.

Cuando Li Su se despertó, descubrió que Yuan Lang ya tenía una buena impresión de la Maestra Qing Feng. Cuando Yuan Wei Xiu y Ou Yang Yi se deshicieron de la Secta Demoníaca y se dirigieron al Valle You Yue, la Maestra Qing Feng ya había tratado a la madre y al hijo.

La Maestra Qing Feng una vez más convenció a Yuan Lang para que tomara un baño medicinal para que pudiera mantenerse saludable. Parecía que Yuan Lang se sumergía en estos baños medicinales todos los días cuando estaba en el Valle You Yue. Yuan Wei Xiu se quedó un poco sin palabras. Yi'er solo se había sumergido en este tipo de baños una vez, y la Maestra Qing Feng solo estaba dispuesta a administrar este medicamento en ciertas circunstancias.

– He discutido con Su Su. Su Su decidió adorarme como maestra y estudiar medicina conmigo. En cuanto a Lang'er, su talento en artes marciales es muy alto. Es demasiado desperdicio para él estudiar medicina conmigo. ¡Deberías encontrarle un buen maestro!– la Maestra Qing Feng dijo con una gran sonrisa.

Yuan Wei Xiu miró a Li Su. ¿Ella también quería aprender medicina de la Maestra Qing Feng? ¿Se negó a perdonarlo? –Maestro, ¿puedo hablar con ella a solas?

La Maestra Qing Feng no tuvo tiempo de preocuparse por los asuntos entre estos hombres y mujeres idiotas, por lo que asintió.

Yuan Lang estaba un poco nervioso. Ou Yang Yi lo agarró. –Ve, escuché que también puedes hacer artes marciales. ¡Aprendamos unos de otros!