MATRIMONIO POR CONTRATO

CAPITULO 28: CRUEL REALIDAD

MATRIMONIO POR CONTRATO
CAPITULO 28
POR RUI

Pasaron cuatro días y al quinto ella recibió cómo cada tarde a las seis en punto su última comida, está vez le llevaron un poco de pollo, pasta y jugo. Emily comió todo y una hora más tarde ella comenzó a sentir mucho sueño, sus párpados le pesaban, su cuerpo se sentía flojo, ella se acostó en el colchón que tenía y se quedó dormida profundamente hasta el medio día del día siguiente, cuando su vigilante entró a ese cuarto.

- Despierta dormilona.

- Que me dieron?

- ???

- Le pusieron algo a mi comida!

- No lo sé, anoche llegó el jefe y el se quedó a cargo, yo fui a divertirme con unas chicas.

- El jefe estuvo aquí... Entonces él... Me drogo para violarme.... Siento mi cuerpo sucio...

- Jajaja porque te sorprendes? Eso iba a pasar  tarde o temprano, el te desea.

- No, no, no!!!

- Cállate! Levantate es hora.

- Hora para que?

- Te moverán otra vez, irás a una nueva residencia.

- Pero...

- Date vuelta y pon tus manos atrás.
Ella obedeció, el le ato las manos y le tapo ojos y boca.

Nuevamente la subieron en una camioneta y condujeron por varias horas hasta llegar a su destino. Al quitarle la venda de los ojos pudo ver qué estaba de nuevo en un cuarto acondicionado para ella, solo había una entrada.

En la siguiente semana la misma rutina se repetía.

Por la mañana, ella despertaba para pasar el tiempo hacia un poco de ejerció, lagartijas, sentadillas y abdominales, al medio día le llevaban su primera comida. Más tarde ella caminaba en círculos en la habitación, a media tarde le llevaban su segunda y última comida del día, luego de ello, Emily sentía mucho sueño y no despertaba hasta el siguiente día, así pasó por al menos nueve días, hasta que nuevamente la cambiaron de ubicación.

Esta vez la llevaron aún lugar mucho más cogedor era una habitacion acondicionada como tal, tenía una cama, un baño, un ropero, una mesa, silla y un pequeño estante con libros.

Pasaron dos semanas y su misma rutina se repetía pero al quinto día de la tercera semana ella vomitó lo que había cenado. Se sentía mareada, así que se acostó.

Casi a media noche ella escuchó como la puerta de su habitación se abría, ella fingió estar dormida, entonces comenzó su tormento, ella sabría lo que sucedía cada noche desde que llegó a ese lugar.

- Oh Emily eres tan perfecta, me estoy volviendo adicto a tu cuerpo.

- "No puede ser esa voz... Es de..."

- Te quitaré la ropa como cada noche.

Las sábanas salieron volando el giro a Emily y la miró a los ojos.

- Eres tú!!! Maldito! Lo pagarás caro, Aron te hará sufrir.

- Estás despierta, porque no cenaste?

- Sueltame. Ella forcejeaba pero el era más fuerte.

- Es mejor así, así veré tus hermoso ojos cuando me venga en tu interior.

- No, no, no, no!!!

El le arrancó la ropa, llevaba una blusa blanca y un short gris, rompió ambas prendas dejándola del torso denudo y solo en bragas.