Alex es la nueva, y Eddie un buen chico pero con malos amigos, probablemenfe demasiado joven como para asimilar el daño que puede hacerle a una chica que está bastante rota.
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Alex:
— Sólo iremos ahí y lo pasaremos bien—Eddie me había tomado de las manos—Si te sientes incómoda, nos vamos.
— Está bien—le sonreí—Bajemos.
Llegamos al primer piso y papá nos estaba esperando en la entrada.
— La dejo a tu cuidado—Papá miró fijamente a Eddie—Bueno, está demás decirte lo que te pasará si algo le pasa a mi bebé.
—Tranquilo Jules, todo estará bien—Eddie le sonrió y papá sobó su hombro.
— Que les vaya bien—habló papá mientras se sentaba en su sillón. preferido. Salimos de casa, estaba helado, la brisa del mar hacía que las noches fueran más frías.
— ¿Pediremos un taxi, verdad?—miré a mi novio.
—Sí, sí...es mejor así— respondió.
{...}
Llegamos la fiesta, habían luces rojas y azules, había olor a marihuana, alcohol y cigarros. Eddie buscaba con la mirada a su grupo de amigos, y aquello me ponía nerviosa, porque no era la mejor haciendo amigos.
Noté que Eddie comenzó a sonreír y seguí la dirección de su mirada, que terminaba en Ronald y Tom, quienes estaban riendo y caminando hacia nosotros.
— Pensé que no vendrías—Ronald le dio la mano a Eddie y desvió su mirada hacia mí— ¿Qué tal Alex?
— Hola—contesté nerviosa—Todo bien.
— ¿Quieren tomar algo?—preguntó Tom y Eddie me miró.
— Yo paso por hoy—sonreí.
—Yo una cerveza nada más—Eddie le sonrió a su amigo y después me tomó de la cintura, eso me hacía sentir segura.
A mi izquierda había una enorme piscina, llena de chicas y chicos en traje de baño, y alrededor de ésta, estaba repleto de chicas bailando en short y bikini. Mi corazón latía rápido, era demasiado tímida como para estar en una fiesta con gente tan popular, pero debía entender que ese era el círculo de mi novio.
— ¿Cómo estás mi amor?, si te aburres, me avisas—Él susurró en mi oído.
—Tranquilo, estoy bien—lo miré de manera tierna y él depositó un beso en mis labios.
— Te amo—siempre me decía ''te amo'', y eso me encantaba.
Ronald seguía junto a nosotros y a los segundos, Tom también estaba ahí.
— Hace tiempo no te veía—Tom me habló—Eddie te saca poco a pasear.
Yo miré a mi novio, estaba nerviosa por la comunicación.
—No soy de fiestas...—respondí tranquila—Yo dejo que Eddie salga, por mí está bien.
— Oh, claro...qué buena novia—Agregó Ronald— Aún me pregunto cómo surgió el amor entre ustedes—él y Tom rieron, y Eddie los miró serio.
