1. Prólogo

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Son las seis de la mañana y como cada día suena la alarma de mi móvil.

Lo primero es lo primero y me pongo música a todo volumen, eso sí, con los auriculares...no me gustaría molestar a mis compañeros de piso. No tienen muy buen despertar que se diga.

No se como tú tienes tanta energía por las mañanas.

Ah ,sí, os presento a mi consciencia, mi mejor amiga y mi peor enemiga.

Como siempre, me preparo la ropa de deporte, me visto y me recojo el pelo.

-¡Mus! Bonita, ¿dónde estás?

En ese momento viene corriendo hacia a mi nuestra perrita negra. En un principio era de Matt, pero acabó siendo la mascota de todos los del piso.

Le pongo el arnés, la correa y salimos a correr durante más de una hora. Si alguien puede seguirme el ritmo y cansarse menos que yo es ella.

Cuando volvemos y abro la puerta Mus se tira encima de Carl.

-Sois tal para cual. No se como tenéis tanta energía tan pronto.

Yo tampoco.

Tú te callas.

-La costumbre simplemente.

-Yo prefiero mi costumbre de dormir hasta tarde. Odio madrugar.

Me río mientras me preparo algo de desayunar.

-¿Qué vas a hacer hoy?

-Nada en especial, ¿por?

-Porque es viernes, hoy hay que pasárselo bien. Yo pienso salir hasta las tantas y ya de paso si puedo ligaré.

-¿Solo piensas en eso?

-Todo el día.

-Pues hazme el favor y haz poco ruido. Mañana no tengo que madrugar y si aprecias tu vida me dejaras dormir hasta que recupere todas las horas de sueño perdidas.

-Vale, vale, lo pillo - levanta las manos en señal de rendición.

-Así me gusta.

-Oye, ¿y Matt? Va a llegar tarde a clase.

En ese momento se escucha un ruido en el pasillo y sale de su cuarto.

-Hablando del rey de roma.

-¿Qué pasa?

-Nada, pero...vas un poco tarde, ¿no?

-Sí.

-¿Y lo dices con esa tranquilidad? Yo cuando llego tarde estoy de los nervios.

-Porque eres un histérico.

-Parecéis dos niños pequeños peleándoos.

Salgo del salón y me meto en el baño para darme una buena ducha.
Al cabo de un rato salgo con la toalla atada en el pecho y otra en el pelo.

-Deberías dedicarte a ello.

-¿A ducharme?

-Mira que eres tonta. A cantar.

-¿Y eso a cuento de qué viene ahora?

-Pues estábamos hablando mientras estabas en el baño y, como siempre, pensamos que cantas bastante bien, tienes talento.

-Aja.

-No es mentira.

-Que pena que mis gustos estén enfocados a otra rama distinta del arte.

-Bueno, esta es solo nuestra humilde opinión.

Pongo los ojos en blanco. Siempre están con lo mismo.
Entro en mi dormitorio y me quedo delante del armario.

¿Qué me pongo hoy?

Después de un rato buscando un conjunto que me gustase me visto, me hago 2 trenzas eternas y me pongo el casco de la moto.

-Adiós chicos.

-Uy, vas preciosa.

-Siempre dices lo mismo.

-Porque es verdad cada vez que te lo digo.

-Eres un pelota.

-Déjame, solo estaba siendo realista con ella - protesta Matt.

Matt es mi mejor amigo y no se que haría sin él. Por otra parte, Carl es como un hermano mayor, sobreprotector y que intenta espantar a cualquier chico que llevo a casa.

-Os veo luego, no os portéis mal.

Siempre serás túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora