No me apetece levantarme de la cama, anoche cuando llegué me metí directamente a mi cuarto. Con la suerte de que no me crucé con nadie.
Estoy avergonzada, no debería haberme puesto así con los chicos. Tengo que disculparme con Matt.
Me incorporo con calma, poco a poco.
Me duele mucho la cabeza.
Cuando salgo del dormitorio me cruzo con Matt y Carl en la cocina.-Buenos días, chicos.
-¿Que tal, princesa?- mi hermano se acerca y me da un beso en la frente.
-Ahí voy. ¿Vosotros que tal?
-Yo me iba ya a trabajar.
-Yo aún no, hoy no curro hasta las 5. Pero luego me pasaré un rato por el gimnasio.
-Quiero hablar contigo.
-Uy... me parece que aquí sobro. Ahora si que me voy. Hasta luego.
-Chao.
-Adiós.
-¿Qué querías decirme?
-Lo siento por lo de anoche. No se que me pasaba.
-¿Te molesto que estuviese con ella?
-No, no. Ya estaba así de antes. No es cosa vuestra.
-¿Y eso?
-No lo se. Me agobie mucho por algo y no supe reaccionar. Pero cuando salí hable con Tay y me ayudó.
-Me alegro, preciosa. Me gusta como te trata ese chico.
¿Matt ha dicho eso?
¿El mismo Matt que te odiaba?
-¿Tu que tal con Martha?
-Vamos poco a poco. No quiero correr. Llevo mucho tiempo sin tener nada serio y estoy intentando hacer las cosas en condiciones.
-Eso está muy bien, mientras seas feliz...
Ambos nos quedamos en silencio mientras me hago el desayuno.
-Oye, no se si te acuerdas, pero Tay se va una semana con su madre y me quedaré aquí con Abby. Luego cuando estemos todos repasaremos las normas, ¿de acuerdo?
-Sí. ¿Qué vas a hacer con la niña por las mañanas, te has cogido días libres?
-No, no he podido. Pretendía pillarme estos días de vacaciones, pero supongo que me la llevare a la librería y nos turnaremos Lis y yo para cuidarla. Total, mi jefa no va a estar.
-No hace falta eso, Ayara.
-¿Y qué otra cosa se te ocurre? Yo ya me he quedado sin ideas.
-Yo esta semana la tengo libre al completo.
-¿Y por qué no me lo has dicho antes?
-Quería ver como de resolutiva eres.
-¿Enserio?
-Me encanta molestarte, ¿aun no me conoces?
-¿Entonces te estas ofreciendo a quedarte con ella?
-Sí.
-Pero...¿tu sabes cuidar a un niño?
-¿Será como a Mus, no? La doy de comer, la saco a pasear un par de veces para que haga "sus cosas" y luego a casa, un par de caricias y a dormir.
-¡MATT!
-Perdon, perdon- no para de reírse y acabo siguiéndole el juego.
-¿Estas seguro que quieres hacer esto?
-Sí, después de cuidarte a ti estos años ningún crio se me resiste.
Pongo los ojos en blanco y le doy un pequeño golpe en el brazo.
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Siempre serás tú
Teen FictionLa vida de Ayara fue marcada por la soledad, el abandono, la ausencia de familia, la falta de apoyo y las malas experiencias. Pero, ¿cómo sera su vida desde que un desconocido guitarrista entra en ella?