17.Normas y niños

18 2 0
                                    

No me apetece levantarme de la cama, anoche cuando llegué me metí directamente a mi cuarto. Con la suerte de que no me crucé con nadie.
Estoy avergonzada, no debería haberme puesto así con los chicos. Tengo que disculparme con Matt.
Me incorporo con calma, poco a poco.
Me duele mucho la cabeza.
Cuando salgo del dormitorio me cruzo con Matt y Carl en la cocina.

-Buenos días, chicos.

-¿Que tal, princesa?- mi hermano se acerca y me da un beso en la frente.

-Ahí voy. ¿Vosotros que tal?

-Yo me iba ya a trabajar.

-Yo aún no, hoy no curro hasta las 5. Pero luego me pasaré un rato por el gimnasio.

-Quiero hablar contigo.

-Uy... me parece que aquí sobro. Ahora si que me voy. Hasta luego.

-Chao.

-Adiós.

-¿Qué querías decirme?

-Lo siento por lo de anoche. No se que me pasaba.

-¿Te molesto que estuviese con ella?

-No, no. Ya estaba así de antes. No es cosa vuestra.

-¿Y eso?

-No lo se. Me agobie mucho por algo y no supe reaccionar. Pero cuando salí hable con Tay y me ayudó.

-Me alegro, preciosa. Me gusta como te trata ese chico.

¿Matt ha dicho eso?

¿El mismo Matt que te odiaba?

-¿Tu que tal con Martha?

-Vamos poco a poco. No quiero correr. Llevo mucho tiempo sin tener nada serio y estoy intentando hacer las cosas en condiciones.

-Eso está muy bien, mientras seas feliz...

Ambos nos quedamos en silencio mientras me hago el desayuno.

-Oye, no se si te acuerdas, pero Tay se va una semana con su madre y me quedaré aquí con Abby. Luego cuando estemos todos repasaremos las normas, ¿de acuerdo?

-Sí. ¿Qué vas a hacer con la niña por las mañanas, te has cogido días libres?

-No, no he podido. Pretendía pillarme estos días de vacaciones, pero supongo que me la llevare a la librería y nos turnaremos Lis y yo para cuidarla. Total, mi jefa no va a estar.

-No hace falta eso, Ayara.

-¿Y qué otra cosa se te ocurre? Yo ya me he quedado sin ideas.

-Yo esta semana la tengo libre al completo.

-¿Y por qué no me lo has dicho antes?

-Quería ver como de resolutiva eres.

-¿Enserio?

-Me encanta molestarte, ¿aun no me conoces?

-¿Entonces te estas ofreciendo a quedarte con ella?

-Sí.

-Pero...¿tu sabes cuidar a un niño?

-¿Será como a Mus, no? La doy de comer, la saco a pasear un par de veces para que haga "sus cosas" y luego a casa, un par de caricias y a dormir.

-¡MATT!

-Perdon, perdon- no para de reírse y acabo siguiéndole el juego.

-¿Estas seguro que quieres hacer esto?

-Sí, después de cuidarte a ti estos años ningún crio se me resiste.

Pongo los ojos en blanco y le doy un pequeño golpe en el brazo.

Siempre serás túWhere stories live. Discover now