Una hora después, estamos abrazados aun desnudos, tapados únicamente por una sábana.
-¿Tienes hambre?- pregunto.
-¿Eso es una indirecta, Ayara? Porque no tendría ningún problema.
Me acerco aun mas a el besandole.
-¿Sigues teniendo ganas?
-Yo siempre tendré ganas de ti- hace una pequeña pausa que aprovecha para subirme encima de él agarrándome de la espalda baja profundiza los besos-. Pero sí, tengo hambre. Llevo preguntandome que es lo que huele también desde que hemos entrado por la puerta.
-He hecho lasaña. Es uno de mis platos preferidos y he conocido a muy poca gente a la que no le guste, he ido a lo seguro.
-Pues has acertado de lleno. Aunque dudo que pudieses hacer algo que me desagradase.
-¿Hoy estás inspirado?
-¿Por qué lo dices?
-Hoy estás más… intenso de lo normal.
-¿Y eso es malo?
-No, al contrario, me encata. Las emociones deberian expresarse como se sienten, no ocultarlas.
-Llevas toda la razón.
Tay se levanta de la cama y se pasea completamente desnudo por el cuarto hasta llegar a la cómoda donde guarda su ropa interior. Aunque por su ritmo deduzco que está tardando más de lo normal a propósito.
-Provocador.
-Mirona.
-Eres tú el que va sin nada.
-¿Y qué, te gustan las vistas?
-No me desagradan.
-Venga hombre, no seas mala, hace media hora no decias lo mismo cuando me tenías encima y…
-Vale, vale, ya lo he pillado. Si, me encantan las vistas, pero me distraen demasiado.
-¿Qué te crees, que no te voy a repasar con la mirada una y mil veces en cuanto te levantes de mi cama y dejes la sabana ahí? Pienso detenerme en cada poro para grabarme a fuego cada milímetro de tu piel, preciosa.
-Eres un pervertido con alma de poeta, ¿lo sabías?
-La esencia de todo artista.
Ya una vez vestidos, saco de la nevera la bandeja con la comida y la meto en el horno.
-En 10 minutos estará preparada.
-¿Quieres ver una peli mientras?
-Si, ve buscando una si quieres.
Pasados los diez minutos estamos probando la lasaña mientras vemos una serie de Marvel.
-Mm, está deliciosa.
-Muchas gracias.
-Cocinas genial, osea, ya me di cuenta de eso cuando me ayudaste la primera vez con Abby, pero cada día me sorprendes aún más.
-Gracias, de verdad- noto como la temperatura me sube por las mejillas, se que estoy poniéndome roja.
-¿Te apetece ir ahora a por la niña y nos vamos a dar un paseo? Necesito algo de aire libre después de esta semana.
-Si, claro, ahora escribo a Lis para avisarla.
-Perfecto.
-Por cierto, ¿cómo era el sitio? Se que ya te lo he preguntado antes y no hace falta que contestes si no estás cómodo.
ESTÁS LEYENDO
Siempre serás tú
Teen FictionLa vida de Ayara fue marcada por la soledad, el abandono, la ausencia de familia, la falta de apoyo y las malas experiencias. Pero, ¿cómo sera su vida desde que un desconocido guitarrista entra en ella?